Propone crear un comité de coordinación internacional independiente
MADRID, 23 Sep. (EUROPA PRESS) -
Médicos Sin Fronteras (MSF) ha denunciado este lunes que solo una parte de la población susceptible de ser vacunada contra el ébola en el este de República Democrática del Congo (RDC) está recibiendo la vacuna, criticando a la Organización Mundial de la Salud (OMS) por el modo en que está gestionando el brote del mortífero virus en el país africano.
La ONG ha resaltado que el brote que se declaró en agosto de 2018 ha matado ya a más de 2.000 personas, con una tasa de mortalidad del 67 por ciento comparable al brote que entre 2014 y 2016 azotó a África Occidental, "cuando herramientas como la vacuna y los tratamientos terapéuticos no estaban disponibles".
Unas 225.000 personas han sido inoculadas con la vacuna de Merck "que ha mostrado altos niveles de eficacia" gracias al esfuerzo del Gobierno congoleño y la OMS, ha destacado MSF, que considera esta cifra "insuficiente". En base a las recomendaciones de expertos, la ONG ha subrayado que hasta ahora deberían haber sido vacunadas entre 450.000 y 600.000 personas, más del doble de la cifra actual.
"Aumentar el ritmo de la vacunación es necesario y factible", ha defendido la directora de operaciones de MSF, Isabelle Defourny. "Al menos 2.000 o 2.500 personas podrían ser vacunadas cada día, en lugar de las entre 500 y 1.000 que lo son actualmente", ha resaltado, lamentando que "la OMS está restringiendo la disponibilidad de la vacuna en el terreno así como los criterios para recibirla y su aplicación por razones no aclaradas".
"Incluso en lo que se refiere a los trabajadores sanitarios en la primera línea, que se sabe que son una población conocida y fácilmente asequible, en uno de los puntos calientes del brote como es Beni casi una tercera parte dijeron no haber sido vacunados", ha ilustrado Defourny.
Según MSF, sus esfuerzos junto con el Ministerio de Salud congoleño para ampliar el acceso a la vacunación "se han visto frustrados por los férreos controles en el suministro y los criterios de idoneidad impuestos por la OMS". En este sentido, ha lamentado que existan estas restricciones cuando la vacuna de Merck ha demostrado "un buen perfil de seguridad y un alto nivel de protección contra los virus".
EL "TIEMPO ES ORO" EN LA RESPUESTA FRENTE AL ÉBOLA
"En un brote el tiempo es oro: los equipos médicos deberían ser capaces de ofrecer rápidamente tratamientos o vacunas en base a lo que ven en el terreno", ha reivindicado la coordinadora de emergencias de MSF, Natalie Roberts, que denuncia que la capacidad de MSF en este ámbito "se está viendo seriamente minada por un rígido sistema que es difícil de comprender".
"Es como dar a los bomberos un cubo de agua para apagar un incendio pero solo permitirles que usen una taza de agua cada día", ha ilustrado. "Cada día vemos a casos conocidos de contactos de pacientes de ébola confirmados que no han recibido su dosis pese a ser elegibles para su vacunación", ha añadido.
"¿Cómo podemos esperar que los congoleños confíen en un sistema que ni siquiera es transparente para los trabajadores sanitarios en primera línea como MSF?", ha subrayado Roberts.
En este sentido, MSF ha reclamado la creación de un comité de coordinación internacional e independiente en base al modelo del Grupo Internacional de Coordinación en 1997 y que está integrado por la ONG, la Federación Internacional de la Cruz Roja, UNICEF y la OMS y que "demostró ser exitoso en la gestión de brotes masivos de meningitis, cólera y fiebre amarilla con suministros limitados de vacunas".
Este comité, ha justificado MSF, reuniría a los socios para mejorar la coordinación en materia de vacunación, aumentar la transparencia en la gestión del stock, compartir datos, fomentar el diálogo abierto con los fabricantes y en último término garantizar que la vacuna se ofrece a todos los que están más en riesgo de verse expuestos al ébola.