MADRID 19 Abr. (EUROPA PRESS) -
La organización Médicos Sin Fronteras (MSF) ha denunciado que Camerún está obligando a refugiados de Nigeria a regresar a su país, donde nuevas oleadas de desplazados internos están llegando a aldeas y localidades remotas del estado de Borno, uno de los más golpeados por la violencia del grupo terrorista islamista Boko Haram.
La violencia y la inseguridad en Nigeria hacen que la población se vea obligada a huir de sus hogares y se desplace a las localidades más grandes del país como Pulka, Rann o Dikwa, según ha afirmado la organización.
MSF ha asegurado que la mayoría de los desplazados son vulnerables y a menudo presentan problemas de salud, por lo que dependen completamente de las ayudas ofrecidas por las organizaciones.
"Los desplazados soportan necesidades de vivienda, comida y agua cada vez mayores. Si no damos respuesta a estas y la gente sigue llegando, la situación se deteriorará con mayor rapidez aún si cabe", ha explicado el responsable de la unidad de emergencias de MSF, Gabriel Sánchez.
En Pulka, cerca de la frontera con Camerún, han llegado más de 11.300 personas desde enero de 2016, mientras que en Dikwa, en el noreste de Borno, se han registrado más de 2.000 nuevos desplazados solo en las últimas dos semanas de marzo.
"Los desplazamientos y movimientos masivos de población continúan casi a diario a causa de los ataques de Boko Haram, las operaciones militares y la búsqueda de alimentos y servicios básicos", ha señalado el coordinador general de MSF en Nigeria, Himedan Mohamed.
Las agencias de ayuda humanitaria trabajan sobre todo en la capital nigeriana, Maiduguri, y solo unas pocas pueden operar de manera continua en el estado de Borno, donde las necesidades son más urgentes, según MSF.