MADRID, 7 Jun. (EUROPA PRESS) -
La ONG Médicos sin Fronteras (MSF) ha denunciado que casi el 70 por ciento de los migrantes que han sido devueltos desde Argelia y Libia al desierto de la región del Sahel se enfrentan a situaciones de violencia en los controles por parte de los policías fronterizos argelinos y libios.
"La gravedad de los abusos cometidos contra las personas migrantes es incuestionable. Los testimonios de nuestros pacientes y el estado de salud física y mental en el que se encuentran al llegar a nuestros centros médicos demuestran que han vivido un infierno durante su devolución desde los territorios argelino y libio", ha explicado el jefe de misión de MSF en Níger, Jamal Mrrouch.
En concreto, de enero a mayo de 2022, MSF documentó la devolución de 14.196 personas migrantes desde Argelia a Níger, de las cuales 6.749 eran extranjeras, 139 eran mujeres, y 30 eran niñas y niños, según ha indicado en un comunicado.
Cada mes son devueltas desde Argelia y Libia una media de 2.000 personas y, entre ellas, hay heridas graves, supervivientes de violencia sexual y casos de traumatismos graves, que son abandonadas en medio del desierto en la frontera entre Argelia y Niger, en un lugar llamado 'punto cero', a 15 kilómetros de la ciudad de Assamaka.
Debido a las acciones llevadas a cabo desde la Unión Europea para frenar el flujo migratorio --al menos 27.000 personas fueron devueltas de Argelia en 2021--, la ruta se ha vuelto cada vez más peligrosa, con el añadido de la explotación de los traficantes en las zonas desérticas.
Muchas veces, las condiciones de los migrantes son "infrahumanas" y escasea el acceso a los servicios básicos, incluida la atención sanitaria. De hecho, MSF hizo más de 47.000 consultas médicas en 2021, de las cuales 34.276 fueron de salud mental.
Ante esta "alarmante" situación, MSF ha instado a las autoridades regionales y a sus socios a "encontrar soluciones dignas, urgentes, adecuadas y duraderas como respuesta al sufrimiento de las personas migrantes que han sido devueltas desde Argelia y Libia al desierto del Sahel".
"Nuestro objetivo no es solo alertar sobre la situación que sufren las personas migrantes. Nuestro deber, como actor humanitario a la vez que testigo del terrible sufrimiento de miles de personas migrantes en la región del Sahel, es denunciar esta tragedia", ha explicado Mrrouch.
"Además, debemos hacer un llamamiento a las autoridades implicadas, a la Unión Europea y a otros actores humanitarios para que tomen medidas inmediatas que respeten la dignidad humana en el control de fronteras. No podemos seguir ignorando esta situación y seguir pensando que el problema se resolverá solo", ha zanjado.