MADRID, 2 Dic. (EUROPA PRESS) -
La organización no gubernamental Médicos Sin Fronteras (MSF) ha denunciado este martes que varios bombardeos ejecutados el sábado en la localidad siria de Zafarana, en la provincia de Homs (oeste), causaron siete muertos, medio centenar de heridos y daños en un hospital apoyado por la ONG.
En su comunicado, ha detallado que el hospital "resultó seriamente dañado (...) tras recibir el impacto de bombardeos con 'barriles bomba'", agregando que entre las víctimas del ataque se encuentran dos miembros del personal sanitario.
"El orden y la sucesión de los bombardeos, con un primer ataque en una zona alejada del hospital, parece indicar una táctica para provocar el máximo de daño en los equipos de rescate y el centro sanitario", ha valorado MSF.
El ataque contra el hospital, que se encuentra en una zona bloqueada por las fuerzas gubernamentales, se produjo poco después de que un bombardeo con 'barriles bomba' matara a dos personas e hiriera a otras 16.
"Poco más tarde, un segundo barril bomba fue lanzado en las inmediaciones del hospital y causó serios daños en la unidad de diálisis del centro. Unos minutos después, cuando los heridos de la primera bomba estaban aún siendo tratados, otras dos bombas de barril impactaron frente a la entrada del centro sanitario", ha detallado.
MSF ha manifestado que los ataques "provocaron la destrucción parcial del hospital" y "obligaron a organizar el traslado de los heridos más graves a otros centros de la zona, entre ellos los 16 heridos del primer bombardeo de la mañana".
"Otra treintena de heridos fueron transferidos, y cinco de ellos no soportaron el traslado y murieron en el camino. En total, el bombardeo mató a siete personas e hirió a otras 47, la mitad de las cuales eran menores de 15 años y mujeres", ha añadido.
Por ello, el director de operaciones de MSF, Brice de le Vinge, ha dicho que "tiene toda la apariencia de ser un ataque 'de doble impacto', en el que una área es atacada y poco después tiene lugar un segundo bombardeo contra el equipo de rescate o cerca del hospital al que se trasladan las víctimas". "Esta táctica conlleva un nivel de destrucción calculada apenas imaginable", ha apuntado.
La organización ha adelantado que desconoce cuándo podrá reanudar sus actividades el hospital, ya que las partes exteriores del centro y la unidad de diálisis han quedado destrozadas, mientras que parte del equipamiento y los suministros han sido destruidos.
"Este hospital improvisado ofrecía atención vital para cerca de 40.000 personas en Zafarana y sus alrededores", ha explicado De Le Vingne. "Es una tragedia que hayan muerto siete personas, incluida una niña pequeña, pero si el hospital tiene que cerrar o reducir sus actividades, será una doble tragedia para los que viven bajo la amenaza permanente de la guerra, sin ningún lugar al que acudir en busca de asistencia médica", ha remachado.
Por último, MSF ha reclamado nuevamente a las partes en conflicto que eviten daños a los civiles y las infraestructuras civiles, subrayando que "deben cesar estos atroces ataques que provocan muerte y heridas a una cantidad enorme de civiles, incluidos mujeres, niños y equipo médicos".