La ONG critica la falta de ayuda que están recibiendo tanto en los campamentos improvisados como en los centros gubernamentales
MADRID, 13 May. (EUROPA PRESS) -
Médicos Sin Fronteras (MSF) ha denunciado este viernes la situación "completamente inhumana y caótica" en la que se encuentran unos 50.000 refugiados e inmigrantes que siguen atrapados en Grecia casi dos meses después del acuerdo entre la UE y Turquía, muchos de los cuales no tienen la posibilidad de acceder al sistema de asilo.
Las 10.000 personas atrapadas en Idomeni, en la frontera con Macedonia, "están pagando con su salud las mediocres políticas europeas", ha lamentado la ONG. Sus equipos han tratado a bebés de apenas seis semanas de edad que han sido rociados por gases lacrimógenos empleados por las fuerzas macedonias y a niños de diez años con heridas provocadas por balas de goma.
El campamento improvisado de Idomeni no cuenta con las instalaciones médicas ni sanitarias necesarias lo que está teniendo consecuencias directas en la salud de quienes viven en él. Para tratar de minimizar las consecuencias, los equipos médicos de MSF junto con las autoridades sanitarias locales pusieron en marcha este miércoles una campaña de vacunación con la que protegerán a alrededor de 5.000 niños de contraer enfermedades prevenibles.
"Algunos de estos niños nacieron en suelo europeo, otros llevan meses fuera de sus hogares, muchos llevan huyendo de la violencia desde hace varios años, y la mayoría de ellos no han recibido las vacunas de rutina que necesitan", ha explicado Emmanuel Massart, coordinador de terreno de MSF en Idomeni.
"Europa decidió poner las medidas para que miles de personas no pudieran desplazarse de un lugar a otro de Grecia, pero no planeó cómo satisfacer sus necesidades más básicas. Esta es una crisis completamente predecible, causada por la negligencia deliberada de los Gobiernos e instituciones europeas", ha lamentado.
SITUACIÓN EN ATENAS
Según MSF, la situación no es mejor para los refugiados e inmigrantes que se encuentran en Atenas pese al trabajo de voluntarios y organizaciones locales, ya que no existen unas condiciones básicas de vida para los refugiados. Además, hay una creciente tensión ante la impotencia y la frustración de los refugiados.
Foto de Rocco Rorandelli
"Todas las noches estallan discusiones entre sirios y afganos", explica Mohamad, un refugiado sirio de Latakia que llegó a Grecia a mediados de marzo. "La decisión de aceptar a sirios e iraquíes como refugiados, pero no a los afganos, no es para nada justa, porque el sufrimiento por el que han pasado muchos afganos es aún peor que el de algunos sirios", añade.
En el campo de Elliniko hay alrededor de 4.000 refugiados, la mayoría de ellos procedentes de Afganistán. Muchos de ellos, según MSF, empezaron una huelga de hambre hace tres días en protesta por las nefastas condiciones de vida del campo.
CENTROS GUBERNAMENTALES
La ONG ha explicado que los servicios en los campos dirigidos por el Gobierno, donde se trata de convencer que se trasladen los refugiados, "están lejos de lo prometido". Un ejemplo es el existente en Ioannina, cerca de la frontera con Albania y gestionado por el Ejército.
En él se alojan 15.000 solicitantes de asilo que pasan sus días bajo un sol sofocante y que están expuestos, sin apenas protección, a las aún muy frías noches. Todos ellos, según la ONG, duermen en tiendas de campaña que no cuentan con colchones y no tienen más que unas simples sábanas para separar sus cuerpos del frío, duro y pedregoso suelo. Un camión del Ejército griego distribuye comida y agua dos veces al día.
Foto de Rocco Rorandelli
"Quizás debamos considerarnos afortunados, porque al menos nosotros no estamos atrapados en las islas. Pero lo cierto es que tampoco estamos mucho mejor que allí. Estamos atrapados en este lugar terrible sin tener ni idea de cuánto tiempo vamos a permanecer aquí y de cómo vamos a sobrevivir", explica Jaled, un yazidi del Kurdistán iraquí.
"No esperábamos que nos trataran así en Europa. Vinimos buscando seguridad después de que Estado Islámico matara a nuestros familiares y amigos, de que secuestraran y violaran a nuestras mujeres. Tuvimos que huir de nuestras casas. ¡El mundo entero mira nuestra tragedia desde sus casas, pero nadie hace nada para ayudar a mi gente!", se lamenta.
"ISLAS PRISIÓN"
Por otra parte, MSF no duda en calificar de "islas-prisión" a las islas griegas a las que llegan los refugiados, en las que hombres, mujeres y niños están encerrados sin cargos, muchos más allá del período legal máximo de 25 días, en espacios putrefactos que no cuentan con unas condiciones de vida mínimamente dignas.
"El número de personas retenidas en el centro de recepción de Samos supera en cuatro veces su capacidad, las condiciones son lamentables y la tensión está a punto de estallar", ha indicado Julien Delozanne, coordinador de terreno de MSF en Samos.
"Todas estas personas están en condiciones de absoluto encarcelamiento y apenas se les provee de información sobre lo que les deparará el futuro", ha señalado, subrayando que los menores no acompañados y otras personas vulnerables deberían quedar fuera del acuerdo alcanzado con Turquía y deberían ser devueltas, "pero igualmente son detenidos y traídos aquí".
En el caso de Lesbos, a los que llevan detenidos más de 25 días se les permite moverse por la isla, pero se les deja virtualmente sin asistencia de ningún tipo. También en este caso, las condiciones en los campos permanecen muy por debajo de lo mínimamente aceptable.
Foto de Rocco Rorandelli
"En nuestros proyectos en Grecia estamos presenciando las consecuencias de unas políticas inhumanas que han dejado a miles de personas atrapadas y sin acceso a servicios básicos o información", ha afirmado Stefano Argenziano, coordinador de operaciones para los proyectos de migración y refugiados de MSF.
"Los Estados y autoridades europeas decidieron hacer de la disuasión su única prioridad, y desistieron de proveer protección y asistencia a estas personas, a pesar de la responsabilidad moral y legal de hacerlo", ha lamentado.
Según ha explicado, en los campos de las islas griegas "las mujeres tienen miedo de ir al baño cuando cae la noche, las madres suplican leche de fórmula para alimentar a sus bebés, y hombres de todas las edades pierden su dignidad luchando por restos de comida o por quién es el siguiente en la fila".
"Hemos tenido que atender fracturas de huesos causadas por agentes de policía, tratar a niños con heridas en la cabeza por disparos de balas de goma y enjuagar los ojos a bebés rociados con gases lacrimógenos", ha subrayado la presidenta internacional de MSF, Joanne Liu.
"En lugar de centrarse en mitigar la crisis, la UE y sus Estados miembros han decidido, simplemente, desentenderse y endosársela a otros", ha denunciado. Liu ha enviado una misiva a los líderes europeos en el que les reclama que en lugar de "dar la espalda" a los refugiados se opte por acogerles.