MSF denuncia que la situación en el noreste de Nigeria "se sigue deteriorando"

Desplazados por la violencia en Nigeria
Desplazados por la violencia en Nigeria - IGOR BARBERO/MSF - Archivo
Actualizado: domingo, 1 marzo 2020 10:52

Alerta de la enraizada violencia sexual y de que muchos niños han crecido rodeados de violencia y responden con ella

Pide acceso a las zonas bajo control de los grupos armados, donde hay un millón de personas que no reciben asistencia

MADRID, 1 Mar. (EUROPA PRESS) -

La situación en el noreste de Nigeria, donde desde 2009 opera el grupo terrorista Boko Haram y se ha sumado después su escisión Estado Islámico en África Occidental (ISWA), "lejos de mejorar se ha deteriorado" en los dos últimos años, lamenta Luis Eguiluz, hasta ahora jefe de misión de Médicos Sin Fronteras (MSF) en el país africano.

"Esta crisis es una de las peores que visto por el nivel de violencia tan exacerbado, el nivel de sufrimiento y las condiciones de vida", explica en una entrevista a Europa Press este veterano trabajador humanitario que previamente ha trabajado en Sudán, República Democrática del Congo (RDC) o República Centroafricana (RCA), que acaba de completar su misión de dos años y medio en Nigeria.

El panorama que dibuja no es alentador. La violencia no ha remitido, los desplazados siguen aumentando y en el último año se han incrementado los ataques contra las ONG, subraya. Pero sin duda, uno de los aspectos que más le preocupa de esta crisis humanitaria es que hay alrededor de un millón de personas en las zonas controladas por los grupos armados "sin acceso a asistencia" y hasta las que las organizaciones humanitarias no pueden llegar.

Igor Barbero / MSF

Estas personas, denuncia Eguiluz, "son consideradas como enemigos o sospechosos de colaborar con los terroristas" simplemente por encontrarse en zonas en poder de los grupos yihadistas, lo que les priva de recibir la ayuda que requieren.

Por otra parte, el Gobierno de Muhamadu Buhari ha apostado por la creación de ciudades acuartelamiento principalmente en Borno, el estado más afectado por la insurgencia, con el fin de concentrar en ellas tanto a sus efectivos militares como a la población.

Esto facilita en cierta medida el acceso a los desplazados, pero en su día a día MSF y las ONG que trabajan en la zona se topan con "numerosas limitaciones" desde restricciones a los envíos de ayuda, pasando por permisos que se cancelan o tardan en llegar a limitaciones de personal. Además, en los últimos meses, el Gobierno canceló los permisos a varias organizaciones, aunque luego los restableció.

"Cualquier limitación a la poca asistencia que hay tiene un impacto en la población", resalta, incidiendo en que en esta parte del país prácticamente no hay servicios del Gobierno por lo que la población depende de lo que le pueden ofrecer las ONG.

En este sentido, pone el ejemplo de Pulka, una de las ciudades en las que trabaja MSF, donde actualmente viven unas 60.000 personas y que ha visto triplicarse su población con la llegada de desplazados. "No hay agua pero no pueden salir fuera de ella porque se exponen a la violencia", denuncia, subrayando que abandonar las ciudades militarizadas expone a la población al riesgo de "asesinatos, mutilaciones o violencia sexual".

LA POBLACIÓN DEPENDE DE LA AYUDA PARA SUBSISTIR

"La mayor parte de la población depende de la ayuda humanitaria para subsistir", incide Eguiluz, subrayando que tampoco hay hospitales ni clínicas y hay problemas de agua y saneamiento y también de alojamiento porque "no hay terreno para acoger a más desplazados". "Hay tiendas de campaña comunitarias en las que viven hasta cien familias hacinadas", ilustra.

Como resultado de todas estas circunstancias, los equipos de MSF se encuentran principalmente con enfermedades de la piel y respiratorias, así como malaria, diarrea y desnutrición. Respecto a este último problema, el responsable de MSF subraya que los índices de desnutrición entre los más pequeños se han conseguido contener gracias a los esfuerzos que las ONG y las agencias de la ONU han venido realizando.

No obstante, expresa su temor de que en las zonas bajo control de los grupos armados haya "niveles de desnutrición elevados" ya que cuando el Ejército libera a población de estas zonas o las personas consiguen escapar se encuentran con "casos de niños desnutridos".

VIOLENCIA SEXUAL

Eguiluz reconoce su especial preocupación por el problema de la violencia sexual en el marco de esta crisis. "Estamos hablando de mujeres y de niñas que sufren violencia sexual en la zona controlada por los grupos armados, luego también la sufren en la zona controlada por el gobierno, que debido a la falta de servicios se exponen a la explotación sexual y es una violencia continua", resume. "La violencia sexual es más sufrimiento sobre el sufrimiento y pone de manifiesto cómo una persona vulnerable puede ser aún más vulnerable, subraya.

En el marco del "círculo de violencia" en general, las mujeres y las niñas se ven aún más expuestas ante la falta de mecanismos de protección y de programas de atención psicológica, al margen de la labor que en este ámbito realizan organizaciones como MSF, que además de brindarles asistencia clínica también les ofrece apoyo en salud mental y trata de asegurarse de mejorar su situación.

Igor Barbero / MSF

Otra de las consecuencias de conflictos tan largos como el que se vive en el noreste de Nigeria es que hay muchos niños que no han conocido otra situación en sus vidas. MSF ofrece apoyo psicosocial en los campos de desplazados, donde son muchos los niños que realizan "dibujos de violencia" porque es lo que han visto. "Lo que debería ser anormal es lo normal para ellos", subraya.

También es corriente ver que "los niños se comunican a través de la violencia, se empujan y se chillan porque al crecer fuera de la escuela y un entorno familiar tranquilo" esto tiene un impacto en su comportamiento.

HACE FALTA ACCESO A LA POBLACIÓN NECESITADA

Así las cosas, desde MSF lo que piden es que haya "acceso neutral, independiente y libre a toda la población en situación de necesidad" al tiempo que recuerdan al Gobierno nigeriano que "los civiles son víctimas de los conflictos y no son parte del mismo". También los grupos armados, "que no son muy permeables a la negociación y al contacto tienen que facilitar que la población reciba la asistencia que necesitan".

"Nunca se presta la suficiente atención a este tipo de conflictos", reconoce Eguiluz. "Aunque cueste a nivel mediático, financiero, político, hay que seguir pensando en el sufrimiento de estas personas y en la manera de aliviarlo", añade, al tiempo que se muestra crítico con el hecho de que en cierta medida se quiera pasar ya a la fase de la ayuda al desarrollo cuando todavía hay una emergencia y las necesidades más inmediatas de las personas no están cubiertas.