La ONG confirma una "afluencia sin precedentes" de niños con desnutrición a su centro desde el pasado mayo
MADRID, 2 Jul. (EUROPA PRESS) -
La ONG Médicos Sin Fronteras (MSF) ha sido testigo de "una afluencia sin precedentes de niños y niñas con desnutrición" a su centro nutricional en Maiduguri, la capital del estado nigeriano de Borno, en el norte del país, lo que sugiere la existencia de una "crisis nutricional alarmante" en el estado y avisa de que, dado el actual periodo de escasez de alimentos, podría acabar siendo "mucho más grave que en años anteriores si continúan las tendencias actuales".
Concretamente, MSF ha admitido a 2.140 niños y niñas con desnutrición para que reciban atención hospitalaria en el centro de alimentación terapéutica intensiva (ITFC, por sus siglas en inglés), aproximadamente un 50% más que en el mismo periodo del año pasado.
Durante seis semanas en mayo y junio, a pesar de que el pico del periodo de escasez de alimentos apenas había comenzado, llegaron más pacientes con desnutrición que en cualquier otro momento desde que se inauguró el proyecto en 2017, incluso en el pico de años anteriores. Hasta mayo, el programa de alimentación terapéutica ambulatorio experimentó un aumento del 25% en las admisiones en comparación con el año pasado.
En respuesta, los equipos de MSF han ampliado la capacidad existente del ITFC de 120 camas a 200 camas. Aún con esa medida de emergencia, durante algunos días de junio no hubo suficientes camas para todos los niños y niñas con desnutrición que ingresaban a el centro.
"Es fundamental que se tomen medidas ahora, antes del pico de desnutrición estacional, para evitar una situación aún peor", ha avisado Shaukat Muttaqi, responsable de Operaciones de Médicos Sin Fronteras en Nigeria.
"Estamos al comienzo del periodo de escasez de alimentos y nuestros centros ya están sobrecargados con más pacientes de los que hemos visto mensualmente desde que se inauguró el proyecto en 2017", ha explicado Muttaqi antes de avisar que "tendencias anteriores nos dicen que lo peor está por venir".
Otras organizaciones humanitarias también han estado operando al máximo o más allá de sus capacidades y que, en algunos casos, han tenido que reducir los servicios debido a la falta de financiación; incluido el cierre de 16 centros de alimentación ambulatorios necesarios.
"Necesitamos ver un aumento urgente en la capacidad hospitalaria para el tratamiento de niños y niñas con desnutrición severa, pero debe realizarse de forma paralela a una gran ampliación de las intervenciones a nivel comunitario para adelantarnos al peor de los casos," explica Muttaqi.
La ONG explica que en el estado de Borno la desnutrición es una preocupación crónica que abarca muchos aspectos, y ha sido impulsada por el impacto acumulativo del desplazamiento, la inseguridad, la pobreza, la falta de acceso a la atención médica y otros factores.
Históricamente, es más aguda entre finales de junio y principios de septiembre durante la temporada de escasez de alimentos, el periodo entre la siembra de cultivos y la cosecha. Los factores adicionales que agregan más presión -como la baja cobertura de inmunización o la falta de acceso a agua potable, higiene y atención médica-, se combinan muy frecuentemente con la inseguridad alimentaria crónica y producen efectos devastadores entre los más pequeños.
Los brotes periódicos de enfermedades, en particular el sarampión y el cólera, así como los picos estacionales de malaria, pueden agravar aún más la situación. MSF recuerda que el año pasado Nigeria experimentó un brote de cólera excepcionalmente grande, y las tasas de inmunización entre los niños y niñas del estado de Borno son alarmantemente bajas. El acceso a la atención médica también es un desafío diario para la población, en particular para aquellas que se encuentran desplazadas.