MADRID, 27 Oct. (EUROPA PRESS) -
Médicos Sin Fronteras (MSF) ha negado este martes las acusaciones de espionaje, de una incorrecta administración de medicamentos como las drogas psicotrópicas y las críticas contra el programa psicológico de la organización en el este de Ucrania lanzadas por las autoridades rebeldes de Donetsk.
"MSF se declara conmocionada y rechaza enérgicamente las falsas acusaciones vertidas en los medios de comunicación por el Comité Humanitario de la autoproclamada República Popular del Donetsk (RPD) sobre sus actividades médico-humanitarias", ha sostenido la organización en un comunicado.
"Durante los últimos 18 meses, MSF ha estado trabajando duro para ofrecer atención médica gratuita y lograr salvar la vida a las personas afectadas por el conflicto en ambos lados de la línea del frente", ha subrayado.
Asimismo, la ONG ha recordado que todas las actividades que ha llevado a cabo en la zona, entre las que se incluye el transporte, almacenamiento y distribución de medicamentos, así como actividades de salud mental, con la cooperación de las autoridades de Donetsk.
La organización ha explicado que el 19 de octubre se les retiró el permiso para trabajar en la región, pero sin ofrecerles ningún detalle. Además, ha mostrado su preocupación por la suspensión de sus actividades, porque considera que privará a miles de personas de asistencia médica, y ha pedido a las autoridades rebeldes que revisen su decisión.
PROGRAMA PSICOLÓGICO
"La prestación de la atención psicológica es un componente clave de las actividades de MSF en muchas zonas de conflicto", ha explicado la ONG, que estuvo desarrollando un programa de salud mental en Donetsk hasta julio de 2015, cuando el Gobierno de la zona le pidió que lo cerrase. "Antes del cierre del programa, los equipos de MSF ayudaban a lidiar con el miedo, la ansiedad y pesadillas a personas que habían sufrido situaciones traumáticas", ha añadido.
MSF ha aclarado que los fármacos psicotrópicos son un componente esencial de los kits médicos para poder tratar a heridos de guerra, enfermedades mentales o pacientes crónicos y que los kits se distribuyen en función de las solicitudes de los centros de salud.
Desde el comienzo del conflicto en Ucrania en mayo de 2014, la ONG ha donado medicamentos y material a 170 centros y ha llevado a cabo más de 85.000 consultas junto con las autoridades sanitarias locales en 40 clínicas móviles, en lugares donde los médicos y enfermeras han huido o donde las farmacias están vacías.
MSF ha destacado que es "prácticamente la única organización que proporciona tratamiento para la tuberculosis en las cárceles, la insulina para los pacientes diabéticos y los productos de hemodiálisis para tratar la insuficiencia renal". "Cualquier interrupción de este tipo de tratamiento reduce drásticamente las perspectivas de curación, incluso en el caso de que se reinicie posteriormente", ha advertido.