Dice que algunas de las premisas del texto implicarían reducir la eficacia en el rescate de personas y ralentizar las operaciones
MADRID, 1 Ago. (EUROPA PRESS) -
Médicos Sin Fronteras (MSF) ha subrayado su compromiso para seguir salvando vidas de personas en el Mediterráneo, al tiempo que ha rechazado firmar el Código de Conducta propuesto por el Gobierno italiano por considerar que algunas de sus premisas podrían restar eficacia y ralentizar las labores de rescate en el mar.
En un comunicado, la ONG ha dicho que informó este domingo al Ministerio del Interior italiano de que no firmará su Código de Conducta. "Aunque no podemos firmar este Código de Conducta en su formato actual, MSF ya respeta varias de las disposiciones que no están dentro del área de nuestras preocupaciones principales, incluida la transparencia financiera", ha señalado Annemarie Loof, directora de Operaciones de MSF.
En este sentido, ha dejado claro que MSF "continuará" con sus operaciones de búsqueda y rescate bajo "la coordinación" del Centro de Coordinación de Rescate Marítimo de Roma y de acuerdo con "todas las leyes marítimas e internacionales". La ONG ha asegurado que "varios compromisos" incluidos en el Código de Conducta del Gobierno italiano "podrían resultar en una reducción de la eficacia y la capacidad de la respuesta actual de búsqueda y rescate con "pésimas consecuencias humanitarias".
En concreto, ha criticado la propuesta de que los buques tengan que desembarcar a las personas rescatadas en un "lugar seguro" en lugar de poder trasladarlas a otros buques, como se hace ahora, por considerar que esta obligación impone "limitaciones innecesarias" a las operaciones de rescate.
"Desde el inicio de sus operaciones en el mar, MSF ha estado aceptando, incluido a veces haciéndolo por sí misma, los traslados desde otros buques a nuestros buques", ha indicado la ONG. "Esto siempre ha ocurrido a petición o bajo la coordinación del Centro de Rescate Marítimo de Roma.
En este sentido, MSF ha denunciado que "las idas y venidas" de todos los buques de rescate para desembarcar a personas "llevarían a una reducción de la presencia de los buques de rescate en la zona". Dicha reducción de presencia "debilitaría" la capacidad "ya débil e insuficiente" de búsqueda y rescate en esa zona y, como consecuencia, llevaría a un aumento de los "ahogamientos masivos".
Además, ha considerado que el Código de Conducta contiene varios "elementos de confusión innecesaria" sobre con quién contactar, lo que podría traducirse en una ralentización de las operaciones de rescate, en las que "los minutos pueden marcar la diferencia entre la vida y la muerte".
La ONG ha afirmado que la versión revisada del Código de Conducta "aclara" que la Policía judicial actuará "sin influir en la actividad humanitaria" pero ha considerado que el texto sigue abierto a la interpretación y que no incluye la obligación de que esos agentes estén desarmados.
En opinión de MSF, la presencia de agentes armados a bordo de los buques y la obligación de que los trabajadores humanitarios tengan que recoger pruebas supondrían quebrantar los "principios fundamentales humanitarios de independencia, neutralidad e imparcialidad". "Esto subyugaría a las organizaciones de ayuda humanitaria a los intereses políticos de un Estado miembro y no es algo que MSF pueda aceptar porque impactaría en el acceso a poblaciones en riesgo en todo el mundo así como a la seguridad de nuestros equipos", ha explicado.
Tras recordar que la responsabilidad de realizar operaciones de búsqueda y rescate en el mar corresponde a los países, MSF ha dejado claro que las actividades de rescate realizadas por ONG son "una medida temporal" destinada a cubrir el "vacío de responsabilidad" que dejan los estados".
"Los Estados miembro de la Unión Europea deben crear un mcanismo de búsqueda y rescate especializado y proactivo para apoyar a Italia y reconocer los loables esfuerzos por salvar vidas en el mar frente a una respuesta insuficiente de otros Estados miembro", ha subrayado la ONG.
MSF ha recordado que en el primer semestre de 2017 las ONG han realizado el 35 por ciento de los rescates en la zona central del Mediterráneo. "MSF por sí misma ha rescatado y llevado a un lugar seguro a más de 16.000 personas", ha afirmado.
Por último, ha dejado claro que desde que inició las operaciones de rescate en el mar en 2015 siempre ha respetado todas las leyes nacionales, internacionales y marítimas que rigen en el Mediterráneo, además de su propio código de conducta, la Carta de MSF, basada en principios humanitarios y médicos.