Unas 150.000 personas huyen de las provincias de Idlib, Hama y Alepo debido a la ofensiva de las últimas tres semanas
MADRID, 28 Oct. (EUROPA PRESS) -
Médicos Sin Fronteras (MSF) ha denunciado este miércoles la situación humanitaria y los ataques dirigidos contra objetivos civiles y médicos en Siria, recordando que la verdadera crisis no está ocurriendo en Europa sino en Oriente Próximo.
"La auténtica crisis no está en Europa sino en Siria, Afganistán, Irak y Yemen", ha recordado el responsable de Operaciones en Siria de MSF, Pablo Marco. "En Europa hablamos de crisis de refugiados, hay una crisis, sin duda, pero la situación es absolutamente incomparable con lo que está ocurriendo dentro de Siria", ha afirmado.
La responsable de la Unidad de Emergencias en España de MSF, Teresa Sancristóbal, ha destacado que el desplazamiento masivo de la población "está muy ligado con unas guerras que tienen como objetivo la sociedad civil" y que es la brutalidad a la que se enfrentan estas personas la principal causa del flujo migratorio hacia Europa. "No solo es porque hay mejores medios de comunicación", ha señalado.
Sancristóbal ha explicado que se ha producido un cambio en las dinámicas de los conflictos en las que se bombardea hospitales y escuelas, se usan armas más sofisticadas y las batallas se liberan cada vez menos en el frente, por lo que el número de víctimas civiles aumenta cada año.
MSF afirma que del 83 por ciento de los refugiados que han llegado a Europa en 2015 vienen de los diez países que más flujo de desplazados producen, entre los que se encuentran Siria, Irak o Afganistán.
"Lo que está ocurriendo en Siria es una burla macabra de los principios más básicos del Derecho Internacional Humanitario, es papel mojado. Se trata de una situación que hacía muchísimo que no veíamos en ningún país", ha reiterado Marco.
MÁS AYUDA HUMANITARIA
Aunque la ayuda internacional se mantiene desde los últimos dos años en 3,3 millones de dólares (unos 2,8 millones de dólares), de los 10 millones de personas que necesitaban ayuda humanitaria en Siria se ha pasado a 14 millones, según la ONU.
La organización ha denunciado que en el último mes se han destruido seis hospitales en las provincias de Latakia, Ildib, Hama y Alepo y que otro más se va a cerrar en Alepo por la falta de financiación. "MSF apoya a 150 hospitales y centros de salud de todo el país, pero desgraciadamente no podemos llegar a todos sitios", ha lamentado Marco.
La ONG ha subrayado que el personal cualificado sigue yéndose (economistas, ingenieros...), al haber perdido la esperanza de que la guerra vaya a terminar pronto. "Es trágico no solo la parte humana directa de esas personas que se van, sino que ellos son básicamente la columna vertebral de los servicios de la población necesita del país", ha destacado Marco.
Además, MSF ha mostrado la dificultad para ejercer su labor en zonas controladas por el régimen, donde asegura que han llegado a tardar hasta cuatro meses y medio en introducir medicamentos en asedios de la zona de Damasco, con redes incluso de 17 personas, las cuales se juegan la vida.
La ONG ha subrayado la "no-elección" de las personas que viven en un conflicto, porque para ser refugiado "exige tener un mínimo de dinero y de capacidad para moverte" así como estar preparado para poder tener posibilidades de futuro en el país de acogida.
MSF ha explicado que otra de las causas de la migración hacia Europa es que los primeros desplazados se fueron pensando que se trataba de una medida temporal, pero ante el enquistamiento del conflicto, muchos de ellos han empezado a plantearse qué países serán mejores de cada a poder tener un futuro digno.
Además, las tensiones han aumentado entre los refugiados y la población de los principales países vecinos de acogida (Turquía, Líbano y Jordania), porque "suponen un fuerte estrés para el sistema sanitario y económico del país". "Estos tres países han hecho un esfuerzo inconmensurable con los refugiados en comparación con lo que está haciendo Europa", ha apuntado Marco.
Ante esta situación, MSF ha incidido en la necesidad de abordar el conflicto en sus orígenes, destacando que lo que los refugiados quieren es volver a su país. "No van a Europa para una vida mejor, huyen del terror".
RIESGO DE ALEPO SITIADO
En los últimos meses la situación ha empeorado en Siria, especialmente a raíz de los nuevos actores han entrado en la contienda. El Ejército ruso ha empezado a bombardear diferentes partes del país donde se encuentran los opositores a Al Assad, áreas que se habían estabilizado en los últimos meses y que son zonas de alta densidad de población.
Según la organización, en las provincias de Idlib y Hama, en las tres últimas semanas se han producido 100.000 desplazados nuevos, y en Alepo, 50.000. Además ha criticado la dificultad sanitaria a la que se encuentra la ciudad de Alepo. De 3.000 médicos que había antes del inicio de la guerra se ha pasado a 52.
La ONG ha explicado que cada vez es más complicado conseguir agua potable tanto en Alepo como en varias zonas rurales y que todo el sistema de donación para los niños está colapsado, mostrándose preocupada por el contagio de enfermedades como el cólera o el sarampión.
MSF se ha referido al riesgo que existe en las próximas semanas de que las tropas de Al Assad lleven a cabo el cerco de la parte de Alepo que está bajo control de la oposición. Ante ello, sus equipos preparan la donación masiva de material básico (de cocina, higiene, colchones, lámparas), "para que la población más vulnerable afronte el cerco con el menor sufrimiento posible" y porque saben que después será muy difícil hacerles llegar este material.
Además, están entregando medicamentos y equipamiento médico a los principales hospitales de la ciudad, donde quedan siete u ocho centros en funcionamiento. Asimismo, MSF también se prepara para el flujo de desplazados que probablemente se producirá hacia el norte rural de Alepo, en la frontera entre Turquía y Siria.
EXTERNALIZACIÓN DE FRONTERAS
La ONG también ha mostrado su preocupación por las 400.000 personas que la UE podría deportar, según reveló el periódico británico 'The Times' a principios de octubre, y por la cumbre que mantendrán los líderes europeos con países africanos en La Valeta el 11 y 12 de noviembre, en la que abordarán los temas fronterizos y la visión de la crisis.
"Una de las cosas que nos preocupa es las posibles consecuencias que puede tener la externalización de fronteras para esta población que ya sufre en los países de origen ", ha explicado Sancristóbal, quien se ha referido a Libia como el país por el que más personas pasan para llegar a Europa y como el más peligroso para trabajar según las ONG.
"Lo que necesita esta población es un pasaje seguro, una capacidad de aplicar las leyes que se hicieron en la Segunda Guerra Mundial", ha insistido Sancristóbal, afirmando que el hecho de que se cierren rutas no ha disminuido el flujo sino que lo ha hecho más mortal. "Las fronteras son imparables, si la gente de lo que huye es de la muerte, va a arriesgar su vida", ha sostenido Sancristóbal.