MADRID, 20 Ago. (EUROPA PRESS) -
Desde que los equipos de Médicos Sin Fronteras (MSF) empezaron sus operaciones de búsqueda y salvamento en el Mediterráneo, el 2 de mayo, han rescato a 11.482 personas, según ha informado la ONG este jueves, al tiempo que ha alertado sobre la falta de barcos de rescate en las zonas donde se producen la mayoría de los naufragios.
De acuerdo con MSF, la mayoría de los salvamentos se han producido en dos áreas principales de la costa de Libia, cerca de Trípoli y Zuwara, donde sus barcos (Bourbon Argos, Dignity I y MY Phoenix, este último en colaboración con la organización maltesa MOAS), patrullan de manera activa para rescatar a las víctimas de los naufragios.
MSF ha aprovechado para aclarar que no todos los barcos que participan en las tareas tienen este mandato, sino que otros buques no están posicionados en la zona a menos que el Centro de Coordinación de Salvamento Marítimo de Roma (CCSM) les pida que intervengan en una operación.
La organización humanitaria ha precisado además que en 2014, los buques mercantes llevaron a cabo el 40 por ciento de los rescates y ha criticado que muchos capitanes son reacios a entrar en esas zonas debido a los ataques a barcos comerciales frente a las costas de Libia.
Así, la coordinadora de MSF a bordo del Bourbon Argos, Lindis Hurum, ha explicado que, cada vez más, se ven obligados a rescatar a varias embarcaciones en cuestión de horas. "Nuestros equipos también han asistido a barcos que transportaban a personas fallecidas durante el viaje a causa de la deshidratación o por asfixia", ha detallado.
Hurum ha denunciado que no hay suficientes navíos dispnibles para hacer frente a este flujo migratorio. Un barco de madera sobrecargado o un bote hinchable son embarcaciones demasiado frágiles, nunca estarán a salvo", ha recordado. "Las personas se ahogan en segundos", ha apostillado el coordinador de MSF a bordo del MY Phoenix, Will Turner.
Turner ha defendido que "los barcos deben centrarse exclusivamente en la localización y en el salvamento y que deben estar situados tan cerca de la costa del Norte de África como sea posible" para ganar tiempo y salvar el mayor número posible de vidas.
SIN ALTERNATIVA
Turner ha asegurado recibir la misma respuesta cuando pregunta a la gente por qué arriesga su vida. "No hay alternativa, no la tienen. Conocen los peligros, pero se la juegan de todos modos. Nos dicen que prefieren ahogarse buscando la seguridad y la libertad que permanecer en sus países de origen o en Libia, donde la vida no vale la pena", ha contado.
"Para detener estas muertes innecesarias, la UE necesita establecer formas seguras y legales para que las personas lleguen a Europa y no tengan que embarcarse, en primer lugar, en estas precarias naves", ha reclamado Hurum.
La mayoría de las personas rescatadas por MSF proceden de Eritrea, Somalia, Siria, Bangladesh, Sudán y Gambia, y huyen de conflictos y regímenes opresivos. Los equipos médicos de MSF han tratado diversas dolencias, incluyendo graves problemas como insuficiencia orgánica, heridas de bala y quemaduras causadas por el combustible.
"Cuando la situación en Libia empeoró, decidí llevar a mi familia a Europa, pero sin documentos era imposible salir. Todos hemos tenido que tratar de llegar cruzando el mar porque no teníamos otra opción", ha contado Zachariá, un anciano palestino desplazado de su hogar por tercera vez.
"En Europa, para muchos ciudadanos, agosto es sinónimo de vacaciones, un mes de merecido descanso", ha recordado la coordinadora del Dignity I de MSF, Paula Farias. "Pero para muchas personas en todo el mundo, es otro mes en el que huir de la guerra, el hambre y la opresión. Nadie arriesga su vida en el Mediterráneo para tener una pantalla de televisión más grande", ha destacado.
Se espera que en agosto aumente el número de migrantes a bordo de embarcaciones que intenten cruzar el Mediterráneo para alcanzar Europa, debido al mar en calma y al clima cálido. MSF ha asegurado que continuará las operaciones de búsqueda y rescate en el Mediterráneo durante los próximos meses.