EEUU condena los ataques contra la población civil y defiende una solución política al conflicto
MADRID, 10 Sep. (EUROPA PRESS) -
La ONG Médicos Sin Fronteras se ha visto obligada a suspender sus actividades en la mayor parte de Etiopía, ha informado este viernes, para cumplir con una orden del Gobierno etíope para suspender la ayuda humanitaria durante tres meses, en un momento en que las necesidades en el país son "enormes".
En un comunicado emitido por la organización han explicado que la decisión de suspender sus actividades en las regiones de Amhara, Gambella y Somali, así como en el oeste y noroeste de la región de Tigray, se ha tomado para cumplir con una suspensión de tres meses de la ayuda humanitaria ordenada por la Agencia Etíope para las Organizaciones de la Sociedad Civil (ACSO, por sus siglas en inglés).
En este sentido, Médicos Sin Fronteras ha lamentado que ante la repentina decisión los pacientes han sido dados de alta "con poca antelación" de las clínicas de la ONG, dejando a las personas "con un acceso aún más limitado a la atención médica" y con un equipo de casi 1.000 empleados etíopes también en espera de una casa. Por su parte, casi todo el personas internacional ha abandonado el país.
La situación en el oeste y noroeste de Tigray sigue siendo "extremadamente precaria y volátil" tanto para las personas como para los cooperantes, mientras que es "preocupante" la situación de los refugiados de Sudán del Sur en la región de Gambella, así como las personas afectadas por la violencia o que padecen enfermedades tropicales desatendidas en la región de Amhara, y las personas con un acceso "increíblemente limitado" a la atención médica en la región de Somali.
La orden de suspensión de ayuda humanitaria llega en un momento en que "las necesidades en Etiopía son enormes, con millones de personas que necesitan alimentos, agua, refugio y acceso a la atención médica en todo el país".
Solo en las cuatro regiones donde la ONG ha tenido que suspender sus actividades ha proporcionado, durante los primeros seis meses de 2021, consultas externas a 212.000 personas, ha admitido a 3.900 personas para atención especializada, han llevado a cabo a 3.300 consultas de salud mental y ha asistido a 1.500 mujeres en el parto de sus bebés.
A pesar de que se le ha pedido a las organizaciones que cesen sus actividades en lugares concretos, la organización continúa prestando servicios médicos y humanitarios en Addis Abeba, Guji --en la región de Oromia--, la Región de Naciones, Nacionalidades y Pueblos del Sur (SNNPR) y el sureste de Tigray. Además, ha reclamado a las autoridades la investigación de la muerte de tres de sus cooperantes, entre ellos una española, cuyas causas siguen sin haberse esclarecido tres meses después.
La orden del Gobierno etíope se enmarca en una acusación que vertió contra tres ONG --cuyas actividades ordenó a suspender-- al asegurar que empleaban a personal sin los permisos de trabajo necesario. Las organizaciones acusadas fueron Médicos Sin Fronteras, el Consejo Noruego para los Refugiados --estas dos acusadas también de difundir información falsa en redes sociales-- y la Fundación Al Maktoum.
EEUU DEFIENDE UNA SOLUCIÓN POLÍTICA AL CONFLICTO
El Departamento de Estado de Estados Unidos ha lanzado este viernes un comunicado condenando "los continuos abusos y atrocidades de los Derechos Humanos" que han estado llevando a cabo todos los grupos armados implicados y ha defendido la necesidad de buscar una solución política al conflicto.
"Estamos de acuerdo con el secretario general de la ONU (António Guterres) y los líderes de la Unión Africana, no hay una solución militar al conflicto en el norte de Etiopía y se debe encontrar una solución política duradera", señala el texto.
"Hacemos un llamamiento a todas las partes en el conflicto para que respeten los Derechos Humanos y cumplan con sus obligaciones en virtud del derecho internacional humanitario" y a su vez, instan al Gobierno etíope y al Frente Popular para la Liberación de Tigray (TPLF) "que inicien de inmediato negociaciones sin condiciones previas hacia un alto el fuego sostenible".