MADRID, 21 Ago. (EUROPA PRESS) -
Médicos Sin Fronteras (MSF) ha calificado de "indignante" la "violencia" con la que han actuado las fuerzas macedonias para controlar la presión migratoria en la frontera con Grecia, donde han utilizado gases lacrimógenos y granadas de aturdimiento.
"La violencia utilizada por las autoridades macedonias contra estas personas inocentes y vulnerables es indignante y debe cesar de inmediato", ha denunciado en un comunicado la asesora humanitaria de MSF Aurelie Ponthieu.
La Policía macedonia ha reprimido este viernes a la multitud que intentaba acceder al país desde Grecia, después de que el Gobierno hubiese declarado el estado de emergencia y cerrado la frontera. Aunque se ha permitido el paso controlado de cientos de personas, se han seguido produciendo momentos de tensión.
Para Ponthieu, "las impactantes escenas de hoy son el resultado de unas medidas extremas que quieren evitar que las personas desesperadas que huyen de la violencia y de la guerra crucen fronteras". Sin embargo, estas medidas no son la "solución", en opinión de MSF, sino que "acaban provocando otra crisis humanitaria".
Un equipo móvil de MSF ha atendido este viernes a diez personas heridas por el lanzamiento de granadas de aturdimiento. Cuatro de ellas han tenido que ser trasladadas al hospital, incluida una que también sufrió los golpes por efectivos del Ejército macedonio.
El jueves, la situación ya era "extremadamente tensa". Los equipos de MSF atendieron a más de cien personas, tres de las cuales fueron remitidas a un hospital. Entre ellas figuraba una mujer embaraza con dolores y sangrado severo y un bebé de un año.
REFUGIADOS
Médicos Sin Fronteras ha recordado que el Reglamento de Dublín establece que los refugiados deben solicitar asilo en el país de la UE por el que entren, pero ante la incapacidad de asistencia de las autoridades griegas muchos de los inmigrantes no ven otra opción que seguir hacia el norte.
"¿Por qué creemos que cientos de miles de personas van a estar dispuestas a permanecer en un lugar que no puede proporcionar las condiciones de acogida dignas incluso para pocos días?", ha planteado Ponthieu. "Estamos siendo testigos de lo absurdo del sistema europeo de asilo, con graves consecuencias sobre la salud y la integridad de estos refugiados", ha lamentado.