MADRID 6 Mar. (EUROPA PRESS) -
La última escalada de la violencia en Haití, fruto de la creciente actividad de grupos armados, ha dejado escenas de caos en la capital, Puerto Príncipe, y ha provocado que un hospital que gestiona Médicos Sin Fronteras (MSF) esté ya "al límite" de su capacidad.
"Recibimos una media de cinco a diez nuevos casos al día afirma el coordinador de MSF en Haití, Mumuza Muhindo Musubaho, que ha hecho balance de la situación en el hospital de Tabarre. Este centro ha tenido que añadir más de 20 camas tras el empeoramiento de la situación el 28 de febrero, "hasta un total de 75".
Para paliar la paralización de otros hospitales, MSF reabrió su centro de urgencias en la zona de Turgeau dos semanas antes de lo previsto y un nuevo hospital quirúrgico con 25 camas en Carrefour. La ONG aspira a tener presencia en distintas zonas, ya que la inseguridad y los controles en la carretera complica el traslado de pacientes.
"Estamos preocupados porque el acceso a nuestro stock de material médico es extremadamente difícil, no sólo por la situación en el puerto sino también por la imposibilidad de continuar con los trámites administrativos de aduanas", señala el coordinador, temeroso de quedarse sin existencias "absolutamente esenciales".
La cifra de heridos se ha disparado en los últimos días y también han aumentado los desplazados. En 2023, MSF atendió a más de 4.000 víctimas de violencia sexual y estima que, si la inestabilidad y el desplazamiento se mantiene, estas cifras sean aún mayores.