CARACAS 2 Nov. (EUROPA PRESS) -
La Mesa de Unidad Democrática (MUD) ha acusado este miércoles al Gobierno de boicotear el incipiente diálogo político por la ofensiva del presidente venezolano, Nicolás Maduro, contra uno de los partidos políticos de la coalición opositora, Voluntad Popular.
Maduro ha calificado de "grupo terrorista" a la formación disidente y ha soslayado una amenaza de cárcel contra su coordinador nacional, Freddy Guevara, al que ha tildado de "cobarde", por la negativa de Voluntad Popular a cualquier acercamiento entre MUD y Gobierno.
El presidente de la Asamblea Nacional, Henry Ramos Allup, ha interpretado estas palabras como una prueba de que "el Gobierno no tiene ningún interés en el diálogo". "Apenas se comienza a explorar la posibilidad de que oposición y Gobierno se pongan de acuerdo (...), disparan desde la cintura", ha reprochado.
En la misma línea se ha pronunciado el secretario ejecutivo de la MUD, Jesús 'Chúo' Torrealba. "Quieren hacerle a la mesa de diálogo lo mismo que le hicieron al referéndum revocatorio (...) El Gobierno está jugando con la paz de la República, ha denunciado.
Por su parte, el ex candidato presidencial de la MUD, Henrique Capriles, en un paso más, ha advertido al Gobierno de que si la reunión del próximo 11 de noviembre en Caracas para dar continuidad al diálogo fracasa, la coalición opositora retomará su 'hoja de ruta' contra Maduro.
"Si ese día no se da la fecha de un proceso electoral ni se habla de la liberación de todos los presos políticos, incluido Leopoldo López, habrá fallado cualquier intento de diálogo", ha dicho en una entrevista concedida a Globovisión.
No obstante, Torrealba, en un tono más conciliador, ha apelado a la resistencia de la MUD frente a los envites del Gobierno. "Quieren implosionar (la mesa de conversaciones), crear condiciones para que nosotros nos retiremos, pero no lo haremos", ha defendido.
¿DIVISIÓN OPOSITORA?
El jefe de la MUD ha aprovechado para advertir a los suyos de que el Gobierno está intentando dividir a la coalición opositora "entre dialogantes y radicales, duros y blandos". "Todos somos demócratas, todos vamos a luchar", ha recalcado.
A este respecto, Ramos Allup ha reiterado su respeto a la posición de Voluntad Popular. "Merecían toda mi admiración por la sobriedad, el equilibrio y la inteligencia con que manejaron una discrepancia, que es absolutamente respetable", ha dicho, según informa la prensa local.
Voluntad Popular se ha posicionado claramente contra el diálogo hasta que el Gobierno libere a los "presos políticos", incluido su líder, Leopoldo López, y permita celebrar un referéndum para que los venezolanos decidan sobre la continuidad de Maduro en el poder.