CARACAS 14 May. (EUROPA PRESS) -
El secretario general de la Mesa de Unidad Democrática (MUD), Ramón Guillermo Aveledo, ha reiterado su voluntad de reanudar el diálogo con el Gobierno, siempre que éste asuma "compromisos", advirtiendo de que "o se encuentran caminos en la política para resolver esta situación o se desatará una violencia que nadie quiere".
Tras suspender ayer el diálogo con el Gobierno debido, entre otras cosas, a la "injustificada represión" de los estudiantes, Aveledo ha aclarado este miércoles que la coalición opositora está dispuesta a volver a la mesa de negociaciones, siempre que no se traduzca en "un contrato de adhesión".
"Uno siempre tiene que estar dispuesto a ceder y a rectificar algunas cosas. El diálogo está en crisis, porque no hay avances. El Gobierno no ha dado demostraciones de compromiso", ha dicho, en declaraciones recogidas por el diario venezolano 'El Universal'.
"Aquí hay que ver qué es lo que hay que hacer como país porque o encontramos caminos en la política para resolver esta situación o se desatará una violencia que nadie quiere", ha advertido, insistiendo en que "la solución no hay que buscarla en la estratosfera, sino en la Constitución".
SUSPENSIÓN DEL DIÁLOGO
Ayer, Aveledo anunció en una rueda de prensa la suspensión "de las reuniones de los grupos de trabajo en rechazo a la decisión del Gobierno de continuar arremetiendo con represión injustificada contra manifestantes".
También esgrimió como argumento "las declaraciones socarronas e insultantes del presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello, que demuestran que el sector radical y militar del oficialismo que dirige está atentado contra la posibilidad de que el diálogo tenga éxito".
Asimismo, criticó que, a pesar de que hace un mes que comenzó el diálogo, "el Gobierno todavía no ha fijado fecha para reunirse con el movimiento estudiantil, que tiene sus propios portavoces y sus propias exigencias" ni con los trabajadores.
Por último, indicó que, a pesar de que la coalición opositora presentó hace semanas sus propuestas sobre la pacificación nacional y sus críticas a la ley de ordenamiento del territorio, que considera inconstitucional, aún no ha recibido respuesta.
DIÁLOGO POLÍTICO
El diálogo político arrancó el pasado 10 de abril en el Palacio de Miraflores --sede de la Presidencia venezolana-- gracias a la mediación del Vaticano y de los ministros de Exteriores de la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR).
Después de los numerosos llamamientos realizados por Maduro, finalmente el sector más moderado de la MUD, liderado por su secretario ejecutivo, Ramón Guillermo Aveledo y por su ex candidato presidencial, Henrique Capriles, decidió dialogar.
Para ello tuvo que renunciar al cumplimiento de una serie de requisitos previos por parte del Ejecutivo, lo cual ha creado una brecha en la coalición opositora, ya que otro sector se niega a sumarse a las conversaciones sin estas "condiciones elementales".
Los más radicales de la coalición opositora --entre ellos Leopoldo López y la ex diputada María Corina Machado-- exigen al Gobierno el fin de la represión de las protestas en su contra, la liberación de los detenidos en las mismas y el desarme de los grupos de civiles.
CRISIS VENEZOLANA
La crisis política en Venezuela estalló el pasado 12 de febrero, cuando arrancaron las protestas antigubernamentales y la represión de las mismas por parte de las fuerzas de seguridad y de civiles armados, que ya ha dejado 41 muertos, 813 heridos y cientos de detenidos.
Desde entonces, opositores y oficialistas han marchado a diario para repudiar las acciones del contrario y llamar a un diálogo que aún no se ha producido porque la oposición exige antes la liberación de los detenidos, el desarme de los grupos pro gubernamentales y el fin de la represión.
La inestabilidad de Venezuela ha llevado a sus vecinos regionales a reunirse para buscar una solución. La Organización de Estados Americanos (OEA) se ha limitado a hacer un llamamiento al diálogo, a pesar de que Panamá había solicitado medidas efectivas, lo que ha llevado a Venezuela a romper las relaciones bilaterales.
UNASUR fue un paso más allá y, aunque expresó su respaldo a Maduro, creó una comisión de ministros de Exteriores que ha conseguido sentar a la mesa de negociaciones a Gobierno y oposición.