CARACAS, 8 Jul. (EUROPA PRESS) -
La Mesa de Unidad Democrática (MUD) ha establecido nuevas condiciones para entablar un diálogo con el Gobierno de Nicolás Maduro que decante una solución a la crisis política, económica y social que sufre Venezuela.
La coalición opositora ha hecho público a través de un comunicado el "marco real" que ha trasladado a los mediadores --los ex presidentes español José Luis Rodríguez Zapatero, dominicano Leonel Fernández y panameño Martín Torrijos-- para intentar resucitar el diálogo de 2014.
La MUD ha considerado "esencial" cambiar la sede de las reuniones, hasta ahora República Dominicana, y "ampliar la mediación" de modo que participen la Organización de Estados Americanos, la Santa Sede u otros ex presidentes, entre otras opciones a las que se ha mostrado abierta.
Además, "ha trasladado a los mediadores la insostenible situación de las nuevas detenciones ilegítimas desde la llegada de los ex presidentes el 19 de mayo" y ha reiterado que "sin respeto a la Asamblea Nacional no habrá posibilidad de diálogo real".
La MUD ha insistido igualmente en que "no tolerará ningún ardid para que no se vayan cumpliendo los trámites del referéndum revocatorio" y en este sentido ha exigido "las oportunas garantías". "Es fundamental que se pueda contar con un cronograma público, en el marco de nuestros esfuerzos para que éste tenga lugar en 2016", ha detallado.
La oposición venezolana ha confiado en que, bajo estas premisas, "los mediadores propongan lugar y fecha para la primera reunión" de un diálogo "útil, serio y efectivo". La MUD ha sugerido el 12 de julio, aunque no ha especificado dónde.
CRISIS VENEZOLANA
La crisis en Venezuela se ha agravado desde el pasado 6 de diciembre, cuando la MUD ganó las elecciones parlamentarias dando lugar a una cohabitación inédita en la nación caribeña con la oposición en la Asamblea Nacional y el 'chavismo' en el Gobierno.
Desde entonces el Ejecutivo ha vetado numerosas leyes del Parlamento, incluida la Ley de Amnistía, por lo que la MUD ha activado el mecanismo para celebrar un referéndum revocatorio que acabe con el mandato de Nicolás Maduro antes de que expire oficialmente, en 2019.
La MUD ha protagonizado marchas masivas en los últimos meses para aumentar la presión sobre el Consejo Nacional Electoral y lograr que convoque el referéndum revocatorio antes del 10 de enero de 2017 ya que, de lo contrario, aunque los venezolanos decidan el cese de Maduro, el vicepresidente, Aristóbulo Istúriz, gobernará hasta 2019.