CARACAS, 27 Feb. (EUROPA PRESS) -
La Mesa de Unidad Democrática (MUD) ha expuesto este martes las condiciones, "no negociables", en las que estaría dispuesta a participar en las elecciones presidenciales previstas para el 22 de abril en Venezuela, entre las que destacan una nueva fecha, observación internacional y la habilitación de la propia coalición opositora y sus partidos.
Las autoridades venezolanas han fijado para el 22 de abril las próximas elecciones presidenciales a pesar de la falta de acuerdo en la mesa de negociaciones que las partes instalaron el pasado 1 de diciembre para pactar una solución a la crisis política, económica y social que sufre el país.
La MUD ha decidido no participar por considerar que no se dan las garantías necesarias. Entre otras cosas, Nicolás Maduro camina hacia la reelección prácticamente sin rival porque el Consejo Nacional Electoral (CNE) impide concurrir a la coalición y a algunos de sus principales partidos por cuestiones burocráticas.
Sin embargo, la MUD ha difundido este martes un comunicado en el que expone las condiciones bajo las cuales participaría en la contienda electoral. "Nuestra decisión es ganar y luego darle a usted y su partido el trato que se les debe a quienes son oposición en un país realmente democrático", ha dicho.
Como primer requisito ha exigido acordar de forma conjunta una nueva fecha porque, si bien ha coincidido con el Gobierno en "la necesidad de adelantar la elección para presidente", debe haber "margen suficiente" para difundir los programas electorales, crear una misión de observación "adecuada" que esté dirigida por la ONU y participe en todas las fases del proceso y actualizar y auditar el registro electoral.
Además, ha reclamado "reequilibrar" el CNE, puesto que "es un hecho público y notorio tanto para la opinión pública nacional como para la internacional la parcialidad del árbitro electoral". Así, ha propuesto designar "de forma expedita" a dos rectores nuevos, así como otros cargos menores, "fruto del consenso entre Gobierno y oposición".
También ha pedido remover el que ha señalado como principal impedimento para que estos comicios puedan ser "creíbles", esto es, la inhabilitación a la MUD y a sus partidos. "Es imperativo que se reviertan estas ilegales e inconstitucionales decisiones", ha subrayado.
La MUD ha solicitado igualmente "que se garantice el acceso equilibrado tanto a los medios privados como a los públicos". En su opinión, "sobre los primeros se ejerce coacción y los segundos han devenido en aparatos de propaganda" gubernamental. En concreto, ha demandado la suspensión de las cadenas nacionales de Maduro --discursos de obligada transmisión en directo-- durante la campaña electoral.
La oposición venezolana ha planteado también "garantías electorales generales", como las auditorías técnicas, que los centros de votación vuelvan a sus ubicaciones originales, que los miembros de las mesas electorales no procedan solo de los partidos y que el voto se ejerce "sin ninguna coacción externa".
"Cuando logremos materializar estas elecciones, con las condiciones y garantías expuestas, apostaremos inmediatamente después a la restauración de la vida democrática en Venezuela", ha confiado.