CARACAS 25 Oct. (EUROPA PRESS) -
La Mesa de Unidad Democrática (MUD) ha aclarado este martes que seguirá adelante con sus planes para expulsar al presidente venezolano, Nicolás Maduro, a pesar del acuerdo alcanzado entre la coalición opositora y el Gobierno para iniciar un diálogo político.
La MUD ha considerado que la creación de esta mesa de negociaciones gracias a la mediación internacional y "precisamente cuando el régimen secuestra judicialmente el referéndum revocatorio y cuando los grupos violentos del oficialismo asaltan salvajemente el Palacio Legislativo" es "un triunfo" que abre "una nueva fase de lucha".
La oposición ha destacado en concreto la mediación del Vaticano. "Para nosotros es claro que esta invitación del Papa al encuentro y el diálogo es un escenario más de nuestra lucha por la restitución del hilo constitucional y de la democracia en Venezuela", ha afirmado en un comunicado.
Asimismo, ha reiterado que cualquier proceso de diálogo debe tener cuatro objetivos: "el respeto al derecho al voto, libertad para los presos políticos y el retorno de los exiliados, atención a las víctimas de la crisis humanitaria y el respeto a la autonomía de los poderes".
Por ello, ha indicado que seguirá avanzando simultáneamente "en los otros tres escenarios fundamentales: la calle, la Asamblea Nacional y la comunidad internacional". "En ese sentido, ratificamos el respaldo a la sesión de la Asamblea Nacional que este martes iniciará el proceso de evaluación de la responsabilidad política de Nicolás Maduro, y reiteramos la convocatoria a la 'Toma de Venezuela' el miércoles", ha subrayado.
El secretario ejecutivo de la MUD, Jesús 'Chúo' Torrealba, ya avanzó el lunes que continuarían con las protestas para evitar que este diálogo se convierta nuevamente en "una estrategia para ganar tiempo". "Tiene que significar un instrumento de lucha para construir un país mejor", recalcó.
El enviado especial del Vaticano a Venezuela, Emil Paul Tscherrig, anunció el lunes que las partes habían llegado a un acuerdo para iniciar un dialogo con el que buscar soluciones a las crisis política, económica y social que sufre el país.
El diálogo comenzará el 30 de octubre en Isla Margarita --aunque la MUD ha insistido este martes en que su sede sea Caracas, "de cara a la opinión pública"-- bajo los auspicios de la Unión de Naciones Suramericanas (UNSAUR).
También habrá actores acompañantes: el Vaticano y el llamado trío de ex presidentes --formado por el español José Luis Rodríguez Zapatero, el dominicano Leonel Fernández y el panameño Martín Torrijos, que ha mediado en este acuerdo.
Para facilitar el trabajo entre Gobierno y oposición, el acuerdo incluye una propuesta de los acompañantes con las premisas, temas, metodología y cronograma del diálogo, basado en las reuniones exploratorias.
CRISIS VENEZOLANA
La crisis política en Venezuela se agravó tras las elecciones del pasado 6 de diciembre, que dieron lugar a una cohabitación inédita en la nación caribeña, con la oposición en la Asamblea Nacional y el 'chavismo' en el Palacio de Miraflores.
La MUD ha puesto en marcha varias leyes desde el Parlamento --que controla por primera vez en 16 años--, pero han sido vetadas por Maduro, incluida la Ley de Amnistía con la que pretendía liberar al líder opositor Leopoldo López.
La coalición activó el mecanismo constitucional para celebrar un referéndum con el que revocar el mandato de Maduro antes de que expire oficialmente, en 2019. Para llevar a unas elecciones anticipadas debe convocarse antes del 10 de enero de 2017 porque, de lo contrario, el vicepresidente, Aristóbulo Istúriz, seguiría gobernando.
A pesar de la presión ejercida por la MUD en las calles, la semana pasada el Consejo Nacional Electoral (CNE) anuló la recogida de firmas para la primera etapa del referéndum revocatorio en cinco estados y pospuso la segunda fase, prevista para el 26, 27 y 28 de octubre.