DAR ES SALAAM 1 Feb. (Thomson Reuters Foundation/EP) -
Un bebé, nacido el pasado 25 de diciembre en una región de Manyara en Tanzania, ha muerto días después de que su bisabuela le practicara la mutilación genital femenina, según ha informado la Policía.
Cinco días después de su nacimiento, la bisabuela de la niña llevó a cabo el ritual, que tuvo complicaciones y provocó la muerte del bebé en el hospital.
El comandante de la Policía Regional de Manyara, Francis Massawe, ha asegurado este martes a la Fundación Thomson Reuters que la madre y la bisabuela de la niña han sido detenidas y que se está llevando a cabo una investigación criminal.
La mutilación genital femenina es ilegal en Tanzania y los activistas aseguran que cada vez más comunidades se niegan a realizar esta práctica tradicional dañina. Sin embargo, la Organización Contra la Mutilación Genital Femenina (NAFGEM, por sus siglas en inglés), que trabaja con comunidades en las regiones de Kilimanjaro y Manyara, ha asegurado que las familias que continúan con la práctica están comenzando a hacerlo en edades más tempranas.
"Las niñas solían ser mutiladas en torno a los 10 años y era una tradición que se practicaba para prepararlas para el matrimonio", ha señalado el coordinado ejecutivo de NAFGEM, Francis Selasini. "Aquellos que siguen mutilando lo hacen en niñas más jóvenes para evitar acusaciones", ha añadido.
Los activistas han asegurado que las madres adolescentes sin educación permiten que sus hijas sean mutiladas. "Algunas ven la mutilación genital femenina como una tradición que se debe conservar", ha señalado Selasini.
Al menos 200 millones de niñas y mujeres en todo el mundo han sufrido la mutilación genital femenina. Se cree que un total de 3 millones de niñas están en peligro cada año en África.