Muere un guardia forestal del Parque Nacional de Virunga en un ataque achacado a las FDLR en el este de RDC

MADRID, 14 Nov. (EUROPA PRESS) -

Hombres armados mataron en la noche del miércoles a un guardia forestal del Parque Nacional de Virunga y su conductor, situada en el este de República Democrática del Congo (RDC), según han confirmado este jueves fuentes oficiales.

El ataque, achacado a las Fuerzas Democráticas para la Liberación de Ruanda (FDLR), fue ejecutado contra el vehículo en el que viajaba el guardia por el territorio de Rutshuru, tal y como ha recogido el portal local de noticias Actualité.

Virunga es el Parque Nacional más antiguo y rico en fauna salvaje de África. Fue creado en 1925 por su diversidad de hábitat en el que hay desde bosques tropicales frondoso hasta glaciares y por su riqueza de especies.

El Ejército de RDC mató durante el fin de semana al líder rebelde hutu Juvenal Musabimana, conocido bajo el alias 'Jean Michel Africa' y vinculado al genocidio perpetrado en Ruanda durante la década de los noventa.

El guerrillero, antiguo integrante de las milicias de las FDLR, murió abatido a tiros la tarde del sábado en la localidad de Binza, provincia de Kivu Norte, cerca de la frontera con Uganda.

Las FDLR se formaron en el año 2000 con la participación de refugiados hutu y milicias ruandesas que escaparon tras participar en el genocidio de 1994, hasta asentarse en República Democrática del Congo. En el momento de su muerte, Musabimana lideraba una facción semiescindida, las FDLR-RUD.

El Gobierno congoleño ha acusado al grupo, que operaba principalmente en el este de RDC, de atrocidades, asesinatos en masa, reclutamiento de niños soldados y chantaje y extorsión a empresas mineras y madereras locales.

Musabimana es el segundo líder rebelde que cae bajo los disparos de las fuerzas congoleñas en las últimas semanas, tras la muerte en septiembre de Sylvestre Mudacumura, el comandante del ala militar de las FDLR.

Su líder político, Ignace Murwanashyaka, murió el año pasado en Alemania, a la espera de juicio por su implicación en el genocidio ruandés, en el que 800.000 tutsis y hutus moderados fueron masacrados durante los cien días posteriores a la muerte del entonces presidente Juvenal Habyarimana, después de que su avión fuera derribado el 6 de abril de 1994.