CARACAS, 26 Abr. (EUROPA PRESS) -
Un joven ha muerto por el impacto de una bomba lacrimógena en la cara durante la represión de la protesta que se ha celebrado este miércoles en Caracas para exigir al Gobierno de Nicolás Maduro una salida democrática a la crisis política, económica y social que sufre Venezuela.
El joven, de 20 años de edad, ha ingresado en un centro médico de Chacao, municipio del área metropolitana de Caracas, "sin signos vitales", según ha informado el alcalde, Ramón Muchacho. "Nuestro personal realizó maniobras de resucitación cardiovascular por más de 40 minutos sin obtener resultados", ha indicado en Twitter.
Muchacho, un destacado líder opositor, ha reclamado a la Fiscalía General "la apertura de una investigación que aclare los hechos". "Mi más sentidas condolencias a los familiares y amigos de este joven. Todo nuestro equipo se encuentra brindando apoyo", ha añadido.
El gobernador del estado venezolano de Miranda --donde se encuentra Chacao--, Henrique Capriles, ha responsabilizado al Gobierno de esta nueva muerte. "Otro venezolano asesinado por tu locura Nicolás Maduro. ¡Hasta dónde vas a llegar con tu autogolpe por tu ciega ambición de poder!", ha escrito en dicha red social.
La Mesa de Unidad Democrática había convocado a sus simpatizantes a marchar a las 10.00 (hora local) desde 23 puntos distintos de Caracas para confluir en la Defensoría del Pueblo, ubicada en el municipio capitalino de Libertador, gobernado por el 'chavista' Jorge Rodríguez.
"Exigiremos al Defensor del Pueblo que dé la cara y no se esconda en temas burocráticos", ha dicho el portavoz de la MUD, Juan Carlos Caldera, que reclama a Tarek William Saab que atienda la decisión de la Asamblea Nacional de iniciar el proceso de destitución de los magistrados de la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ).
La MUD denuncia que el TSJ perpetró un "golpe de Estado" institucional al arrebatar su poder a la Asamblea Nacional y su inmunidad parlamentaria a los diputados en sendos fallos emitidos el pasado marzo, a pesar de que, por órdenes expresas de Maduro, el alto tribunal dio marcha atrás.
La movilización popular ha comenzado con problemas, como viene siendo habitual, porque, según Capriles, todas las estaciones del metro de Caracas han sido cerradas con la excusa de "resguardar a los usuarios, el personal y las instalaciones. "Igualito nuestro pueblo se moverá contra el autogolpe del esperpento de Miraflores", ha afirmado.
Las fuerzas de seguridad, desplegadas en los accesos a Libertador, también han impedido el paso de los manifestantes, a pesar de lo cual éstos han intentado seguir hacia la Defensoría del Pueblo. "¿Quiénes somos? ¡Venezuela! ¿Qué queremos? ¡Libertad!", han coreado, según informa la prensa local.
Los agentes han tratado de disuadir a los manifestantes con gases lacrimógenos, desatando un fuerte enfrentamiento en la avenida Francisco Fajardo. La misma escena se ha repetido en el estado venezolano de Táchira, donde la Policía ha cargado contra los manifestantes a la altura de la sede regional del Consejo Nacional Electoral.
La MUD, que reclama elecciones anticipadas para zanjar la crisis, lleva movilizándose desde el 4 de abril. Esta muerte eleva a 17 los fallecidos por la violencia en las protestas, entre los que el Ministerio Público cuenta a once muertos en los saqueos, que sumarían 28. Además, cerca de 1.300 personas han sido detenidas.