PEKÍN 7 Abr. (Reuters/EP) -
Una persona ha muerto y medio centenar han sido detenidas después de que unos 2.000 agentes de Policía cargasen de forma contundente, utilizando balas de goma, gases lacrimógenos y cañones de agua, contra un grupo de manifestantes que protestaban por la contaminación de una planta química en la región china de Mongolia Interior, según ha informado una ONG extranjera de Derechos Humanos.
La etnia mongol, que representa el 20 por ciento de los 24 millones de personas que viven en esta región del país, se queja de que la minería y la desertificación ha dañado sus zonas de pastoreo y que el Gobierno de China les ha obligado a asentarse de forma permanente, en vez de poder seguir siendo nómadas.
Los incidentes de este tipo se vienen repitiendo de forma esporádica desde 2011. En esta ocasión, los habitantes de Naiman Banner salieron a las calles para protestar contra una planta de procesamiento químico, que según denuncian está contaminando tierras de cultivo y pastizales.
El gobierno no ha confirmado la muerte del manifestantes, pero ha ordenado el cierre de la planta química y ha anunciado que será trasladada a otro lugar --aún por determinar--. Asimismo, ha advertido de que castigará a cualquier empresa que no cumpla con las normas ambientales.
Consciente de la ira por los problemas ambientales, el gobierno chino ha declarado la guerra a la contaminación, prometiendo abandonar un modelo de crecimiento económico a toda costa que viene desarrollando durante décadas y que ha echado a perder gran parte de agua, los cielos y la tierra de China.