MADRID, 13 Feb. (EUROPA PRESS) -
Los enfrentamientos registrados desde el sábado entre el Ejército de Filipinas y la guerrilla maoísta del país se han saldado con al menos un militar muerto y varios heridos, después del fin del alto el fuego vigente desde agosto de 2016.
Los combates han tenido lugar en zonas de la isla de Mindanao, según ha confirmado el portavoz del Ejército, Rhyan Batchar, quien ha informado sobre varias ataques y emboscadas de la guerrilla desde el sábado, según ha informado el diario local 'Inquirer'.
El ministro de Defensa de Filipinas, Delfin Lorenzana, aseguró el martes que el Gobierno ha declarado una "guerra total" contra la guerrilla maoísta, resaltando que el fin de las negociaciones es "formal".
Así, resaltó que el Ejército combatirá contra el Nuevo Ejército del Pueblo (NEP), brazo armado del Partido Comunista de Filipinas (CPP), sin atacar a sus seguidores pacíficos.
Los rebeldes maoístas anunciaron a principios de mes el fin del alto el fuego con el Gobierno a partir del 10 de febrero, acusando al presidente de incumplir los términos del acuerdo.
"El Gobierno no ha cumplido con su obligación de amnistiar y liberar a todos los presos políticos", resaltó el portavoz del NEP, Ka Oris, recordando que las liberaciones debían haber tenido lugar 60 días después del anuncio del alto el fuego, el 28 de agosto de 2016.
En respuesta, el mandatrio, Rodrigo Duterte, aseguró que las exigencias de los rebeldes en cuanto a la liberación de presos políticos son "irracionales".
"Ya hice todo lo necesario para liberar a sus líderes y ahora me piden que libere a otros 400 presos políticos (...). No soy el dueño de la República de Filipinas, no decido solamente yo, tengo que consultar con el pueblo y los militares", argumentó.
El NEP, brazo armado del partido comunista integrado por unos 3.000 hombres, opera principalmente en el este y el sur de Filipinas.
El alto el fuego fue pactado en Oslo como parte de un acuerdo que tiene como objetivo acelerar el proceso de paz y acabar con un conflicto que comenzó hace más de 50 años y que se ha cobrado la vida de alrededor de 40.000 personas.