MADRID, 21 Mar. (EUROPA PRESS) -
Un miembro de la Marina filipina ha muerto y otros ocho han resultado heridos en una emboscada llevada a cabo por rebeldes del Nuevo Ejército del Pueblo (NEP), brazo armado del Partido Comunista de Filipinas (CPP), con quien el Gobierno ha acordado retomar las conversaciones de paz y restaurar la tregua.
Los nueve afectados, miembros del Equipo de Desembarco del Batallón 8 (MBLT-8), fueron víctimas de una emboscada en Kalamansig, ubicada en la provincia de Sultán Kudarat, en el sur de Mindanao.
El alcalde de la localidad, Ronan Eugene García, ha asegurado que el enfrentamiento tuvo lugar cuando un número aún indeterminado de rebeldes atacaron a los soldados, dando lugar a un tiroteo. Por el momento no se ha dado a conocer la identidad del fallecido, que no trascenderá hasta que se comunique su muerte a la familia, según ha informado el diario 'Inquirer'.
Fuentes de los Marines han asegurado que los rebeldes procedían de la localidad Senador Ninoy Aquino, ubicada en la misma provincia a menos de 100 kilómetros al sureste de Kalamansig. Estas mismas fuentes aseguran que seis rebeldes han muerto en el enfrentamiento.
A principios de febrero, el ministro de Defensa de Filipinas, Delfin Lorenzana, declaró una "guerra total" contra la guerrilla maoísta, formalizando así el fin de las negociaciones con los maoístas, que habían anunciado la semana anterior el fin del alto el fuego con el Gobierno a partir del 10 de febrero, acusando al presidente de incumplir los términos del acuerdo.
Lorenzana comparó además al NEP con el grupo armado islamista Abú Sayyaf, resaltando que supone una gran amenaza para la seguridad nacional debido a sus acciones armadas y de extorsión. "El NEP amenaza a los empresarios para conseguir dinero. Les cazaremos y quizá detengamos lo que están haciendo", manifestó el ministro de Defensa filipino.
No obstante, la guerrilla asegura que "el Gobierno no ha cumplido con su obligación de amnistiar y liberar a todos los presos políticos". El portavoz del NEP, Ka Oris, recordó que las liberaciones debían haber tenido lugar 60 días después del anuncio del alto el fuego, el 28 de agosto de 2016.
La semana pasada, el asesor de la Presidencia para el Proceso de Paz, Jesús Dureza, desveló que los negociadores del Gobierno y los rebeldes retomarán las conversaciones en la primera semana de abril, cuando se discutirán los términos de un alto el fuego más amplio.
Asimismo, explicó que el Gobierno ha acordado liberar a rebeldes que ejercían tareas de asesoría en el proceso de paz y restaurar la inmunidad ante un arresto de otros 19 asesores del NDF --que representa al Partido Comunista de Filipinas y al NEP en las negociaciones--.
Dureza señaló además que ambas partes han acordado restaurar sus respectivas declaraciones de alto el fuego, que entrarán en vigor antes de las conversaciones.