MADRID, 4 Dic. (EUROPA PRESS) -
Al menos 23 personas han muerto en los últimos dos días en sendos ataques achacados a la milicia Fuerzas Aliadas Democráticas (ADF) en el territorio de Beni, ubicado en el este de República Democrática del Congo (RDC), según han confirmado este miércoles las autoridades.
Fuentes militares citadas por la emisora local Radio Okapi han indicado que al menos doce personas han muerto y cinco han sido dadas por desaparecidas en un ataque ejecutado el martes en la localidad de Pulu-Pulu.
Estas fuentes han indicado que el balance de víctimas es provisional y no han descartado que aumente en las próximas horas. El ataque ha provocado un desplazamiento de población hacia Nobili, cerca de la frontera con Uganda.
El Centro de Estudios para la Promoción de la Paz, la Democracia y los Derechos Humanos (CEPADHO) ha resaltado que los desplazados provienen no sólo de Pulu-Pulu, sino también de otras aldeas cercanas.
Por su parte, el presidente de la sociedad civil de Orototo, David Muwaze, ha indicado que once personas murieron en otro ataque achacado a las ADF ejecutado en la noche del lunes, tal y como ha recogido la citada emisora.
La milicia de las ADF actúa en RDC desde la década de los noventa y, a pesar de las reiteradas ofensivas lanzadas contra ella, sigue generando violencia en la zona. Está considerado uno de los grupos armados más peligrosos de las varias decenas que operan en el país africano.
Varios grupos armados controlan partes del este de RDC pese a que la guerra de 1998-2003 concluyera formalmente. El conflicto causó millones de muertos, la mayoría víctimas del hambre y las enfermedades.
La violencia armada ha complicado la lucha contra el brote de ébola que se declaró en el este del país --con Kivu Norte como uno de los epicentros-- el año pasado. Desde entonces se han registrado ataques contra instalaciones médicas y personal sanitario.
El incremento de los ataques por parte de las ADF en Beni, que han causado más de cien muertos en el último mes, ha provocado un gran malestar entre la población, que critica la "inacción" de la Misión de la ONU en el país (MONUSCO), a la que reprochan no actuar aunque algunos de los crímenes se han cometido cerca de sus bases.
El 25 de noviembre, los manifestantes atacaron el ayuntamiento de Beni y la base de la MONUSCO en la ciudad, prendiendo fuego a las instalaciones. Las protestas durante la jornada se saldaron con al menos cuatro muertos. También se han registrado muertos en protestas en otras ciudades del este del país.
Ante el deterioro de la situación, el Gobierno de Félix Tshisekedi ha decidido instalar un cuartel general avanzado del Ejército en Beni y la realización de patrullas conjuntas con la MONUSCO, que ya han comenzado.
En este sentido, un portavoz de la MONUSCO señaló el 27 de noviembre que la misión de la ONU "entiende el enfado y la frustración de la población y hace todo lo posible, en colaboración con las Fuerzas Armadas y la Policía, para limitar los ataques contra la población civil".
Asimismo, sostuvo que los ataques contra la MONUSCO y otras instituciones "no hacen sino debilitar la lucha contra las ADF y otros grupos armados". "Solo una colaboración estrecha" entre las fuerzas de seguridad, la MONUSCO, las autoridades locales y nacionales y la población permitirá "restablecer una paz duradera", defendió.
Por último, la jefa de la misión, Leila Zerrougui, confirmó la apertura de una investigación en torno a la muerte de un hombre por disparos efectuados por los 'cascos azules' "cuando se preparaba para lanzar un cóctel molotov" en el marco de las manifestaciones en Beni.