MADRID, 12 Nov. (EUROPA PRESS) -
Al menos 29 policías y ocho civiles han muerto este lunes en una ofensiva lanzada por los talibán contra la localidad afgana de Jost, ubicada en la provincia de Fará (oeste), según han confirmado fuentes oficiales.
El jefe de la Policía del distrito de Jaki Safed, Abdul Yabar, ha indicado que los insurgentes se han hecho con el control de la localidad tras los enfrentamientos, tal y como ha recogido la cadena de televisión local 1TV.
El ataque ha tenido lugar el mismo día en el que han muerto al menos seis personas en un atentado suicida perpetrado en la capital del país, Kabul, según el último balance confirmado por las autoridades del país centroasiático.
La explosión ha tenido lugar en la plaza de Pashtunistán, cerca de la sede de la Alcaldía, zona en la que hay además un instituto y una biblioteca. Asimismo, se encuentra cerca de la zona en la que cientos de personas se manifiestan desde el domingo contra la inseguridad en el centro del país.
Fuentes de seguridad citadas por Pajhwok han detallado que el suicida se ha inmolado entre un grupo de personas que se manifestaban frente al Instituto Istiqlal, al tiempo que han elevado a ocho el número de fallecidos. La explosión ha causado daños materiales en los edificios de la zona.
Los manifestantes marcharon durante la jornada del domingo hacia el Palacio Presidencial para pedir al mandatario, Ashraf Ghani, medidas ante la ola de ataques de los talibán en las provincias de Ghazni y Uruzgán, habitadas principalmente por miembros de la minoría hazara.
Los últimos combates en Ghazni se han saldado con la muerte de al menos cien insurgentes y cerca de 30 militares, tal y como ha informado la cadena de televisión local 1TV.
La cadena audiovisual ha informado desde su cuenta de Twitter de que el último balance es de 117 milicianos talibán y 30 militares afganos muertos en los enfrentamientos en el distrito de Jaghori, en Ghazni, según fuentes de los servicios de seguridad afganos.
Este lunes, el presidente afgano, Ashraf Ghani, ha ordenado el despliegue de refuerzos en Ghazni tras las bajas civiles causadas por los últimos ataques de los talibán en esta región, principalmente en el distrito de Jaghori.
Los talibán rechazaron a mediados de abril el llamamiento del presidente, Ashraf Ghani, para que el grupo participe en las próximas elecciones parlamentarias y locales y pidieron boicotear los comicios. Días después, anunciaron el inicio de su 'ofensiva de primavera'.
El viernes, reiteraron que no están dispuestos por el momento a mantener conversaciones directas con el Gobierno debido a que no lo consideran "legítimo", en el marco de la cumbre celebrada durante la jornada en Moscú para abordar una posible solución al conflicto.
"No reconocemos como legítimo al actual Gobierno de Afganistán, porque no fue elegido por el pueblo sino que llegó a la sombra de la invasión", dijo el jefe de la delegación de los insurgentes, Mohamad Abás Stanakzai.
Así, subrayó que el grupo no está dispuesto a mantener conversaciones directas con Kabul y que prefiere hablar directamente con Estados Unidos, especialmente para abordar la posible retirada de las tropas internacionales.