MADRID, 12 Feb. (EUROPA PRESS) -
Las fuerzas de seguridad del régimen de Bashar al Assad han abatido a 30 personas este sábado en el marco de la ofensiva perpetrada contra los reductos opositores en varios puntos de Siria, según ha confirmado los Comités de Coordinación Local. Este órgano opositor con base en Londres ha precisado que, entre los fallecidos, se encuentran dos mujeres y un niño.
El mayor número de fallecidos, trece, se ha registrado en la ciudad de Daraa, fronteriza con Líbano y situada en el sur de Siria. Las fuerzas de seguridad sirias y las 'sabiha', un grupo paramilitar al servicio del Gobierno, han irrumpido en Daraa tras intensos combates y han dispersado una manifestación opositora. Más de 32 personas también han resultado heridas, muchas con pronóstico muy grave, alrededor de 400 personas han sido detenidas, más de quince viviendas han sido arrasadas y unos 300 comercios saqueados en esta última ofensiva.
Como consecuencia, el Gobierno ha decretado el toque de queda en Daraa, que, a causa del asedio al que está sometida, se ha sumido en una situación de "crisis humanitaria", tal y como ha denunciado los Comités de Coordinación Local. Soliviantada por la escasez de alimentos y medicamentos, y por los sucesivos cortes de electricidad, la coyuntura en Daraa podría empeorar, en vistas a las amenazas de más bombardeos sostenidas por Damasco.
Otras doce personas han perdido la vida en Homs, donde el barrio de Karam Zaytun ha bombardeado con fuego de mortero. Asimismo, dos personas han fallecido en Idlib y tres en Damasco. En la capital siria, dos personas han muerto en el ataque perpetrado por las fuerzas del régimen con armas pesadas contra su casa en el barrio de Rankous en la que residían y que han terminado demoliendo.
En otras operaciones registradas en Damasco, las tropas gubernamentales han abierto fuego "de forma indiscriminada" contra una manifestación que se ha celebrado en el distrito de Bayada. Otra protesta convocada en el corazón de Damasco también ha sido reprimida por las fuerzas de seguridad y en la que los asistentes han condenado las masacres acometidas por el Gobierno de Al Assad.
Según las últimas cifras facilitadas por la ONU, más de 5.000 personas han fallecido desde que en marzo del pasado año estallaran las revueltas en Siria. El pasado fin de semana, un intenso bombardeo sobre Homs precedió a la votación de una resolución de condena contra el régimen de Al Assad en el Consejo de Seguridad de la ONU y que fue vetada por China y Rusia. Desde entonces, varios países occidentales y árabes han movido ficha al retirar a sus respectivos embajadores de Damasco en protesta por la rampante represión de las manifestaciones y de los focos de resistencia opositora.