MADRID, 8 Nov. (EUROPA PRESS) -
Al menos 30 personas, entre ellas varios niños, han muerto este martes en varios bombardeos supuestamente ejecutados por la coalición que encabeza Arabia Saudí en la localidad yemení de Hiran (noroeste), según activistas citados por la cadena de televisión qatarí Al Yazira.
Husain al Bujaiti, un activista favorable a los huthis, ha indicado que entre las víctimas figuran diez miembros de la familia del jeque Hamdi, leal a los rebeldes.
La cadena de televisión Al Masirah, gestionada por los huthis, ha afirmado que entre las víctimas están además otros diez paramédicos que participaban en tareas de rescate y atención a los heridos.
El bombardeo ha sido llevado a cabo en medio del aumento de la tensión en la zona tras el disparo el sábado de un misil por parte de los huthis contra el aeropuerto de la capital saudí, Riad. El proyectil fue interceptado.
Las autoridades saudíes han acusado a Irán y al partido-milicia chií Hezbolá de estar detrás del ataque, decretando además el cierre de las fronteras de Yemen por tierra, mar y aire.
"Era un misil iraní lanzado por Hezbolá desde territorio ocupado por los huthis en Yemen", dijo el lunes el ministro de Asuntos Exteriores saudí, Adel al Yubeir, en declaraciones a la CNN.
"Consideramos esto como un acto de guerra. Irán no puede lanzar misiles sobre las ciudades y pueblos saudíes y esperar que no respondamos", añadió.
En respuesta, el ministro de Exteriores iraní, Mohamad Yavad Zarif, arremetió contra Arabia Saudí, denunciando que Riad "está inmerso en guerras de agresión, acoso regional, conducta desestabilizadora y provocaciones arriesgadas" y luego "acusa a Irán de las consecuencias".
El bombardeo ha tenido lugar además menos de una semana después de la muerte de 29 civiles en un bombardeo contra un mercado en la localidad yemení de Sahar, en la provincia de Saada (norte). El sábado, la coalición defendió como "legítimo" el bombardeo.
EL CONFLICTO EN YEMEN
El conflicto entre el Gobierno de Abdo Rabbu Mansur Hadi, apoyado por la coalición liderada por Arabia Saudí, y los huthis, que cuentan con el respaldo de Irán y junto a los que combaten las tropas leales al expresidente Alí Abdulá Salé, estalló hace más de dos años y ha causado estragos en el país más pobre del mundo árabe.
El hundimiento de los servicios básicos y la infraestructura sanitaria del país ha derivado además en un brote de cólera que ha dejado más de 2.200 muertos desde abril.
El enviado especial de la ONU para Yemen, Ismail Uld Cheij Ahmed, afirmó a principios de octubre que las partes en conflicto "no tienen interés" en lograr una solución, recalcando que "no hay ganadores en el campo de batalla".
Apenas unas semanas antes, Hadi resaltó que "la solución militar es la más probable" para el conflicto en el país asiático, acusando a los huthis de obstruir los esfuerzos para lograr la paz.
"La solución militar es la más probable para la crisis en Yemen, dada la intransigencia de los huthis y las milicias golpistas de Salé, que siguen recibiendo órdenes de Irán", dijo, en una entrevista concedida a la cadena de televisión saudí Al Arabiya.
"Pese a ello, el Gobierno legítimo sigue extendiendo su mano para la paz, porque es responsable del pueblo yemení y de ponerle fin al sufrimiento que padece", remachó.