MADRID, 5 Abr. (EUROPA PRESS) -
Al menos 40 personas han muerto a causa de un brote de cólera en un campamento de refugiados congoleños en Uganda, según ha informado la Federación Internacional de la Cruz Roja (IFRC), que ha anunciado además un aumento de su respuesta a la situación.
En su comunicado, ha subrayado que "cerca de 70.000 congoleños han llegado a Uganda desde principios de 2018 huyendo de la violencia", antes de alertar de que "las inadecuadas condiciones higiénicas, incluido un mal acceso a agua potable, ha provocado un brote de cólera (...) en los campamentos de Kyangwali y Kyaka II".
Así, ha dicho que "aún se hace frente a 2.000 casos" de la enfermedad, mientras que la directora regional para África de la IFRC, Fatoumata Nafo-Traoré, ha apuntado que "el cólera sigue siendo una grave amenaza para miles de refugiados".
"El acceso al agua potable y a una higiene adecuada es una de las necesidades más urgentes para los refugiados congoleños en Kyangwali y Kyaka II", ha indicado, al tiempo que ha alertado de que "el sistema existente de entrega de agua con camiones no es capaz de dar suficiente agua potable a todas las áreas".
El organismo ha recalcado que los refugiados viven en campamentos abarrotados y que las autoridades ugandesas hacen frente a problemas para hacer frente a la cantidad de casos por infecciones respiratorias, malaria, enfermedades diarreicas y casos en los que es necesario apoyo psicosocial.
En este sentido, el secretario general de la Cruz Roja de Uganda, Robert Kwesiga, ha expresado su preocupación por el brote de cólera y ha argumentado que "algunos refugiados llegan de República Democrática del Congo (RDC) sufriendo ya la enfermedad".
"Nuestros voluntarios están trabajando duro para detener la expansión del brote. Los equipos de Cruz Roja han puesto en marcha medidas de prevención y control en los centros de recepción y están construyendo instalaciones sanitarias", ha desvelado.
"Están construyendo también plantas de tratamiento de agua, entregando agua potable y dando actividades de promoción de la higiene para refugiados y comunidades de acogida", ha manifestado.
Kwesiga ha resaltado que, para respaldar estos esfuerzos, la IFRC ha reclamado cerca de dos millones de francos suizos () para la entrega de estos servicios de emergencia a cerca de 18.000 personas, la mayoría de ellos mujeres y niños.
"Más del 80 por ciento de los refugiados son mujeres y niños y muchos de ellos tienen un mal estado de salud. La mayoría llegan exhaustos, traumatizados y con escasas pertenencias", ha dicho.
"Hacen frente a preocupaciones a nivel de protección debido a que sus estructuras familiares se han derrumbado y necesitan urgentemente alimento, cobijo y asistencia sanitaria, incluido apoyo psicosocial", ha remachado.