MADRID, 30 Jul. (EUROPA PRESS) -
Un total de 57 milicianos, 36 de ellos miembros del autodenominado Estado Islámico, han sido abatidos en un nuevo operativo de seguridad llevado a cabo en 13 provincias del país, dejando además decenas de heridos y detenidos, según ha informado el Ministerio de Defensa este viernes.
Las fuerzas de seguridad han estado operando en las provincias de Nangarhar, Laghman, Parwan, Paktia Paktika, Ghazni, Maidan Wardak, Kandahar, Farah, Jawzjan, Kunduz, Badakhshan y Helmand, tal y como recoge la agencia de noticias afgana Pajhwok.
Durante la ofensiva, que también se ha saldado con la muerte de dos agentes de seguridad, se han incautado de numerosas armas.
La presencia de Estado Islámico en Afganistán no tiene tanto que ver con un interés para dominar el país como para recabar fieles. Sin embargo, el grupo podría aprovechar la fragmentación reinante en el país para consolidar su "marca global". Entre sus diferentes puntos de influencia, el grupo ha intentado fortalecer su presencia en la provincia de Nangarhar, donde ha protagonizado numerosos enfrentamientos con los talibán.
Mientras, las fuerzas de seguridad han incrementado sus operaciones contra los talibán, poco después de que los talibán anunciaran a mediados de abril el inicio de su ofensiva de primavera, la denominada operación 'Omari', bautizada así en homenaje al anterior líder del grupo integrista, el mulá Mohamed Omar.