El Ejército burkinés asegura haber matado a más de cien supuestos terroristas en un mes
MADRID, 20 Jun. (EUROPA PRESS) -
Alrededor de 15 civiles murieron el sábado en un ataque ejecutado por personas armadas no identificadas contra una mina en la región burkinesa de Bam, en el centro del país, según han indicado este lunes fuentes locales, en medio del deterioro de la situación de seguridad en Burkina Faso.
Estas fuentes han detallado en declaraciones al portal de noticias Infowakat que el ataque fue ejecutado en Somlamisguima, en la comuna de Nasseré, y han agregado que se saldó con al menos trece muertos, mientras que una veintena de terroristas fueron neutralizados en una operación llevada a cabo en la zona tras el suceso.
El Ejército burkinés, que no se ha pronunciado sobre este suceso, ha destacado en un comunicado que al menos 108 presuntos terroristas murieron en operaciones en el norte del país entre el 15 de mayo y el 15 de junio, tal y como ha recogido la agencia estatal burkinesa de noticias, AIB.
Así, ha detallado que estas operaciones fueron llevadas a cabo en la región de Boucle du Mouhoun, con el epicentro en las provincias de Kossi, Banwa, Sourou y Natala, al tiempo que ha confirmado que durante las mismas murieron dos militares y 18 resultaron heridos.
"En la etapa actual, las fuerzas de seguridad y los 'voluntarios' --reclutados por las autoridades para reforzar la lucha antiyihadista-- intensifican sus esfuerzos de coerción, con un esfuerzo paralelo sobre la protección de las poblaciones", ha zanjado.
Burkina Faso, liderado por una junta militar desde el golpe de Estado de enero contra el entonces presidente, Roch Marc Christian Kaboré, ha experimentado en términos generales un aumento significativo de la inseguridad desde el año 2015, lo que ha provocado una oleada de desplazados internos y refugiados hacia otros países de la región.
Los ataques, obra tanto de la filial de Al Qaeda como de la de Estado Islámico en la región, han contribuido también a incrementar la violencia intercomunitaria y ha hecho que florezcan los grupos de autodefensa, a los que el Gobierno burkinés ha sumado a 'voluntarios' para que ayuden en la lucha antiterrorista.