Las autoridades locales apuntan a una lentitud en la respuesta ante la crisis, según 'Daily Monitor'
MADRID, 25 Jul. (EUROPA PRESS) -
Alrededor de 900 personas han muerto desde febrero en la región ugandesa de Karamoja (noreste) a causa de enfermedades relacionadas con el hambre por las malas cosechas y la sequía, según líderes locales citados por el diario local 'Daily Monitor'.
Estas fuentes han indicado que las cifras recopiladas por las autoridades locales y los servicios de Inteligencia apuntan a la muerte de más de 900 personas, principalmente niños y ancianos, en medio de la lentitud de la respuesta para hacer frente a la crisis.
La situación ha generado un nuevo factor de inestabilidad como es el aumento de los enfrentamientos intercomunitarios para intentar robar cabezas de ganado, lo que ha llevado al Ejército a detener a más de 400 sospechosos desde mediados de mayo.
"Es difícil explicar nuestra situación a los forasteros hasta que visitan nuestros asentamientos", ha dicho el jefe del subcondado de Lotisan, John Robert Adupa, que ha agregado que en esta zona han muerto hasta ahora 22 personas a causa de enfermedades derivadas del hambre.
Así, ha lamentado que "casi no hay nada que cosechar". "Los cultivos han desaparecido, la gente necesita alimentos del Gobierno que aún tiene que llegar. Algunos han recurrido a hervir pieles y pellejos de cabras y vacas para comer", ha explicado.
Por su parte, el presidente del distrito de Kotido, Lote Paul Koder, ha subrayado que 626 personas, principalmente ancianos y niños de entre tres y seis años, han muerto durante los últimos cinco meses, antes a las autoridades centrales que "rescaten a la gente de Kotido dando suministros alimentarios adecuados a todos los hogares".
En esta línea, el oficial de producción de Kotido, Robert Kennedy Okuda, ha destacado que la mitad de los cerca de 165.000 residentes en el distrito no tienen suficiente para comer, antes de agregar que el 77 por ciento de ellos necesita ayuda urgente.
A estas cifras se suma la muerte de unas 260 personas en el distrito de Kaabong, según ha desvelado el jefe local, Jino Meri, quien ha especificado que la cifra se corresponde al periodo entre enero y julio. "La situación es mala", ha reconocido, antes de comparar la situación con la hambruna que sacudió la zona entre 1979 y 1980.
Asimismo, el presidente de Napal, Paulo Koder, ha confirmado la muerte de 49 personas en el distrito, en el que sólo 640 de los 163.000 residentes han recibido hasta ahora ayuda alimentario. "No quiero ser un líder que se lamenta, sino uno que ofrece soluciones", ha destacado, si bien ha señalado que la inseguridad ha arrebatado los recursos a las comunidades dependientes del ganado.
La ola de calor que sacude la zona ha secado además torrentes de agua que surgían del monte Moroto, lo que permitía las actividades agrícolas en la zona, lo que ha provocado que cerca de ocho de cada diez hogares se encuentren en situación de inseguridad alimentaria, según estadísticas oficiales.
En este contexto, Lazarus Kyuha, director de una escuela secundaria en la zona ha señalado que el centro, que contaba con más de 400 alumnos, tendrá que cerrar por la falta de alimentos. "Hay escasez de comida para alimentar a los estudiantes", ha argumentado.
La región de Karamoja es una de las más pobres del país africano, con una población eminentemente rural y dependiente de la ganadería y la agricultura. Esta zona del país tiene los niveles de inseguridad alimentaria y desnutrición más alto de Uganda.