Mueren diez agentes en un atentado contra un puesto de control del Ejército en el norte de Pakistán

MADRID 25 Oct. (EUROPA PRESS) -

Al menos diez miembros de las fuerzas de seguridad de Pakistán han muerto en un ataque perpetrado este viernes contra un puesto de control del Cuerpo Fronterizo --una fuerza paramilitares-- en la ciudad de Dera Ismail Jan, situada en la provincia de Jíber Pajtunjua (norte).

Fuentes oficiales citadas por la cadena de televisión Pakistan24 han indicado que otros tres agentes han resultado heridos en el ataque, mientras que un cuarto ha sido dado por desaparecido, por lo que no se descarta que la cifra de fallecidos aumente en las próximas horas.

El gobernador de Jíber Pajtunjua, Faisal Karim Kundi, ha condenado firmemente el "atroz ataque terrorista", y ha trasladado sus condolencias a los familiares de los "mártires" que "sacrificaron su vida en defensa de la nación".

"Estos incidentes subrayan la persistente amenaza que supone el terrorismo a nuestro pueblo y nuestra seguridad. Estamos decididos en nuestro compromiso para eliminar a estos elementos, que alteran la paz y la seguridad en Pakistán", ha dicho en un comunicado publicado en su cuenta en la red social X.

Poco antes, el Ejército paquistaní había anunciado la muerte de cerca de una decena de supuestos terroristas, incluido un líder, en una operación llevada a cabo en el distrito de Bajaur, ubicado en la región de Jíber Pajtunjua, antiguo bastión de los talibán paquistaníes, cerca de la frontera con Afganistán.

Las fuerzas de seguridad paquistaníes han llevado decenas de operaciones durante los últimos meses contra el grupo Tehrik-e-Taliban Pakistan (TTP), conocido como los talibán paquistaníes y responsable de decenas de ataques contra las fuerzas de seguridad desde que diera por roto el alto el fuego en noviembre de 2022.

El grupo TTP, que difiere de los talibán afganos en asuntos organizativos pero sigue la misma interpretación rigorista del islam suní, aglutina a más de una docena de grupos de militantes islamistas que operan en Pakistán, donde han matado a unas 70.000 personas en dos décadas de violencia.