Mueren diez personas en un enfrentamiento entre el Ejército y hombres armados en el noreste de RDC

MADRID, 26 Jun. (EUROPA PRESS) -

Al menos diez personas murieron el martes en un enfrentamiento entre el Ejército de República Democrática del Congo (RDC) y un grupo de hombres armados en la provincia de Ituri (noreste), según han confirmado este miércoles fuentes locales.

Según las informaciones recogidas por la emisora local Radio Okapi, las víctimas son seis militares y cuatro civiles, mientras que otros tres fallecidos no han sido identificados por el momento.

Los enfrentamientos tuvieron lugar en la aldea de Kpandroma, cuya población ha huido del lugar por temor a nuevos combates. Según la citada emisora, la localidad ha quedado totalmente paralizada.

El portavoz del Ejército, Jules Ngongo, ha confirmado la existencia de operaciones militares en el territorio de Djugu, si bien se ha negado a facilitar por ahora un balance de víctimas.

El territorio de Djugu ha sido escenario en las últimas semanas de un incremento de los enfrentamientos intercomunitarios, si bien por el momento se desconocen los motivos de los últimos ataques.

La semana pasada, un líder de la comunidad hema hizo un llamamiento a la calma tras los últimos enfrentamientos entre hema y lendu en Ituri, que se han saldado con cerca de 250 muertos. "Pedimos a todas las comunidades que se calmen", dijo.

Las organizaciones de la sociedad civil en Ituri denunciaron el 18 de junio que al menos 240 personas han muerto en la ola de violencia que se viene registrando en la zona de Djugu, después de que las autoridades informaran del hallazgo de más de 160 cadáveres.

Según el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR), más de 300.000 personas se han visto forzadas a abandonar sus hogares por los enfrentamientos interétnicos registrados este mes en Ituri.

El repunte de la violencia en Ituri, escenario de tensiones étnicas desde hace décadas, ha traído a la memoria el conflicto entre los hema y los lendu entre 1999 y 2007 por derechos de pastoreo y representación política, que se saldó con cerca de 50.000 muertos.

Si bien desde entonces hubo una década de tranquilidad, los enfrentamientos entre ambas comunidades resurgieron a finales de 2017 y principios de 2018, con alrededor de 300 muertos antes de la vuelta a la calma.