MADRID, 21 Feb. (EUROPA PRESS) -
Al menos doce presuntos miembros del grupo yihadista Estado Islámico han muerto a última hora de este lunes en un bombardeo de un 'drone' estadounidense en la provincia afgana de Nangarhar (este).
La Policía provincial ha indicado que el ataque aéreo ha sido lanzado contra un vehículo en el que viajaban los yihadistas en la localidad de Achin, según ha informado la agencia afgana de noticias Jaama Press.
El Ejército de Afganistán anunció el 12 de febrero el inicio de una nueva ofensiva contra el grupo yihadista en la provincia de Nangarhar tras recibir el visto bueno del presidente, Ashraf Ghani.
Las autoridades han anunciado desde entonces la muerte de cerca de 70 milicianos de Estado Islámico en estas operaciones, centradas en los citados distritos.
Las Fuerzas Armadas Afganas, junto a las fuerzas de Estados Unidos, han puesto en marcha varias operaciones militares contra Estado Islámico en Nangarhar, en un intento de frenar la actividad de los milicianos.
El aumento de las ofensivas contra los yihadistas busca frustrar la intención de Estado Islámico, que trata de coordinar sus operaciones en Afganistán con las de sus bases en Irak y Siria, de extender su influencia en el país.
BOMBARDEOS CONTRA LOS TALIBÁN EN HELMAND
Por otra parte, el gobierno de la provincia de Helmand (sur) ha informado de la muerte de al menos 15 supuestos talibán en bombardeos en las localidades de Nawa y Sangin.
En su comunicado, ha detallado que siete talibán, entre ellos un comandante del grupo, han muerto en un bombardeo en Nawa, mientras que otros ocho han muerto en otro ataque aéreo en Sangin.
El Gobierno afgano afirmó a finales de enero que desplegaría a cerca de 600 soldados en la provincia de Helmand, un anuncio que llegó semanas después de Estados Unidos afirmara que enviaría 300 militares a esta provincia.
Los talibán han incrementado sus operaciones en los últimos meses, lanzando ofensivas contra varias capitales de provincia --entre ellas Laskargah--, si bien todas ellas han sido repelidas.
El portavoz de los insurgentes, Zabihulá Muyahid, afirmó tras el anuncio de Estados Unidos que el despliegue era una muestra de la derrota del Ejército afgano y las tropas de Washington.
"El anuncio del despliegue de más fuerzas en Helmand (...) es sólo para elevar la moral de las derrotadas tropas de la Administración títere de Kabul, con la esperanza de que aguanten hasta primavera", dijo.