Actualizado: martes, 7 marzo 2017 5:02


MADRID, 7 Mar. (EUROPA PRESS) -

Al menos dos militares malienses murieron el domingo en un ataque perpetrado contra un puesto de control del Ejército en los alrededores de la localidad de Tombuctú (norte).

Dos grupos firmantes del acuerdo de paz --el Movimiento Árabe del Azawad (MAA) y la Coordinación de Movimientos del Azawad (CMA)-- han reclamado la autoría del ataque.

En su comunicado, recogido por el portal local de noticias Malijet, los grupos han argumentado que el ataque fue ejecutado "por la insistencia del Gobierno de Malí de imponer a la población de la región de Taoudénit una dirección del colegio transitorio enviado desde Bamako".

El MAA y el CMA se han referido así a las autoridades interinas destinadas a restablecer la autoridades del Estado maliense en las regiones del norte del país.

El acuerdo firmado por el Gobierno y los rebeldes tuareg del norte de Malí incluye la presencia de las autoridades malienses en las principales ciudades de la zona septentrional de la nación africana para evitar un vacío de poder.

La instalación de estos consejos regionales implica a los movimientos armados firmantes del acuerdo de paz de 2015 y estarán en vigor durante un periodo de entre 18 y 24 meses, cuando serán reemplazados por órganos descentralizados.

Estas autoridades se instalaron la semana pasada en Ménaka, Gao y Kidal, si bien no han podido hacerlo durante la jornada de este lunes en Tombuctú y Taoudénit.

La Misión Multidimensional Integrada de Estabilización de Naciones Unidas en Malí (MINUSMA) ha tildado de "inaceptable" el ataque contra el puesto de control militar, destacando que tiene lugar "en un momento crucial del proceso de paz y reconciliación nacional".

En su comunicado, ha pedido a las partes implicadas que respeten el alto el fuego y que "se abstengan de cualquier acción o iniciativa que acentúe las tensiones sobre el terreno".

LA SITUACIÓN POLÍTICA Y EL ATENTADO DE ENERO

El norte de Malí es una región convulsa con presencia de tropas francesas desde la revuelta tuareg de 2013, que rápidamente fue secuestrada por grupos yihadistas, cuyo avance hacia el sur del país provocó la intervención militar de París.

El proceso de paz sufrió un duro golpe a mediados de enero, tras la muerte de al menos 77 personas en un atentado contra una base militar que albergaba a soldados gubernamentales y a miembros de grupos armados rebeldes --Plataforma y CMA-- que acordaron llevar a cabo patrullas conjuntas en el marco del acuerdo de paz.

Estas patrullas, a las que está previsto que se unan también militares malienses, están pensadas como germen de una reconfiguración del Ejército en el que estén integrados dichos antiguos miembros de grupos rebeldes, en el marco del Mecanismo Operacional de Coordinación (MOC).

La autoría del atentado fue reclamado por Al Murabitún, vinculado a Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI). El grupo, dirigido por el yihadista argelino Mojtar Belmojtar, ha llevado a cabo en los últimos años varios atentados de gran magnitud contra objetivos civiles y militares en el norte de Malí y en otros países africanos.

Tras el atentado, el presidente de Malí, Ibrahim Boubacar Keita, hizo un llamamiento a aplicar en su totalidad el acuerdo de paz, pidiendo que el ataque no impacte negativamente en este proceso.

"El acuerdo de paz no tiene ninguna alternativa creíble y positiva para la población", dijo, al tiempo que solicitó "que se muestre aún más voluntad, valor y convicción para aplicarlo".

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