MADRID 19 Dic. (EUROPA PRESS) -
Dos soldados colombianos han muerto este domingo en un ataque en el departamento de Arauca (noreste), suceso que el Ejército ha achacado a la guerrilla Ejército de Liberación Nacional (ELN).
En su comunicado, el Ejército ha detallado que las víctimas mortales pertenecían al Grupo de Caballería Mecanizado 18 General Gabriel Reveiz Pizarro, de la Décima Octava Brigada, adscrita a la Fuerza de Tarea Quirón.
"Según las primeras informaciones desde el lugar de los hechos, los dos asesinatos fueron perpetrados por sujetos pertenecientes a la Red de Apoyo al Terrorismo, RAT, de la comisión Ernesto Che Guevara del ELN", ha dicho.
Así, ha agregado que el suceso ha tenido lugar "cuando los militares se desplazaban en dos motocicletas en la vía que comunica los municipios de Fortul y Saravena, a la altura del sitio conocido como Caño La Colorada".
"Los terroristas que se desplazaban en un vehículo dispararon contra los uniformados quienes se encontraban desarrollando labores de seguridad y protección", ha manifestado.
Por último, ha asegurado que "los otros dos integrantes del Ejército, un suboficial y un soldado, que también se encontraban en el desarrollo de la misión, salieron ilesos".
El Gobierno de Colombia y el ELN aplazaron hasta el 10 de enero el diálogo para avanzar hacia un acuerdo de paz, paralizadas desde el 31 de marzo por la negativa de la guerrilla a liberar al excongresista Odín Sánchez.
La guerrilla ha insistido en que, para entregarlo, el Gobierno colombiano debe excarcelar a cuatro guerrilleros --dos indultados y dos 'gestores de paz'--, y sólo entonces podrá arrancar el diálogo.
El pasado 10 de octubre el Gobierno y el ELN anunciaron que el 27 de octubre comenzaría en la capital ecuatoriana la "fase pública" de las negociaciones que habían mantenido en secreto durante los últimos dos años para alcanzar la paz.
De esta forma resucitaron el proceso de paz, que, conforme a lo anunciado el 30 de marzo, debía haber comenzado en mayo en el país andino, si bien quedó paralizado, precisamente, por la negativa del ELN a liberar a los rehenes que aún tenía en su poder.