MADRID, 27 Feb. (EUROPA PRESS) -
Al menos dos soldados han muerto y otros siete han resultado heridos este domingo en un atentado suicida con coche bomba perpetrado en la localidad libia de Benghazi contra un convoy del Ejército leal a la administración asentada en el este del país.
Según las informaciones recogidas por el diario local 'The Libya Herald', entre los heridos figura Mahmud al Warfali, comandante de las Fuerzas Especiales Saiqa.
Pese a que en primer momento se informó de que Warfali se encontraba en estado crítico, en las últimas horas ha sido publicada una fotografía en la que aparece consciente y haciendo el signo de la victoria con los dedos.
Los heridos, entre los que también figura Fadl al Hassi, jefe de la unidad de investigación de las Fuerzas Especiales Saiqa, se encuentran hospitalizados en el Centro Médico de Benghazi.
Al parecer, el convoy se dirigía a una zona del barrio de Ganfuda en la que continúan atrincherados miembros de Estado Islámico. El Ejército ha atacado con tanques y artillería tres edificios del barrio que siguen en manos de los yihadistas.
Benghazi ha sido uno de los puntos clave en las confrontaciones en el país desde que el ahora mariscal de campo Jalifa Haftar --jefe del Ejército leal al Gobierno asentado en Tobruk-- lanzara en mayo de 2014 la 'Operación Dignidad' contra las milicias islamistas.
Si bien en ese momento era Ansar al Sharia --ligada a la organización terrorista Al Qaeda-- la que tenía mayor peso en la ciudad, en la actualidad es Estado Islámico el que cuenta con más milicianos.
La ofensiva de Haftar ha sido renovada durante los años, y en febrero de 2016 arrancó bajo el nombre 'Operación Sangre de los Mártires', logrando arrinconar a los yihadistas en varios barrios, entre ellos Ganfuda.
La ciudad ha sido uno de los focos de los combates desde el derrocamiento y ejecución a manos de los rebeldes de Muamar Gadafi en octubre de 2011, que derivó en la división del país en dos gobiernos enfrentados y respaldados por diferentes milicias.
El gobierno de unidad surgido tras un acuerdo mediado por Naciones Unidas se instaló recientemente a la capital para intentar unificar el país políticamente, aunque por el momento la situación sigue altamente fragmentada.