MADRID 3 Jul. (EUROPA PRESS) -
Al menos doce personas, incluidos cinco niños, han muerto de hambre durante los últimos días en el Área Administrativa de Gran Píbor, situada en el sureste de Sudán del Sur y en la frontera con Etiopía, en medio del ahondamiento de la crisis humanitaria en esta zona del país africano, según han confirmado las autoridades.
El comisionado del condado de Likuangole, John Gogol, ha señalado en declaraciones concedidas a la emisora Radio Tamazuj que los fallecimientos han tenido lugar entre el 28 de junio y el 2 de julio y ha alertado de que hay más personas en riesgo de morir de hambre, por lo que ha reclamado la entrega de ayuda.
Así, ha detallado que los fallecidos son cuatro hombres, tres mujeres y cinco niños y ha agregado que "murieron de hambre y sed". "La gente carece de alimentos para comer y las aguas de los ríos están turbias. Las malas cosechas han exacerbado este hambre", ha afirmado.
"Ahora la gente depende de la hierba, como los herbívoros, e incluso la hierba comestible se está acabando", ha subrayado Gogol, quien ha pedido la entrega de ayuda para "evitar una hambruna" a gran escala en el condado de Likuangole, sin que las autoridades centrales se hayan pronunciado por el momento sobre la situación.
Por su parte, el ministro de Información del Área Administrativa de Gran Píbor, Oleyo Akwer Nyalus, se ha sumado a las peticiones de ayuda y ha destacado que "la situación en Likuangole está fuera de control". "Hay más condados afectados", ha lamentado, antes de afirmar que otros dos hombres murieron recientemente de hambre en Gumuruk.
El país, sumido en una grave crisis humanitaria, tiene previsto celebrar elecciones generales en diciembre de 2024 tras varios retrasos desde la firma en 2018 de un acuerdo de paz entre el presidente, Salva Kiir, y el exlíder rebelde y ahora vicepresidente primero, Riek Machar, para poner fin a años de conflicto.
Pese al descenso de la violencia por el conflicto político, el país ha registrado un aumento de los enfrentamientos intercomunitarios, motivados principalmente por el robo de ganado y las disputas entre pastores y agricultores en las zonas más fértiles del país, especialmente a causa del aumento de la desertificación y el desplazamiento de poblaciones.