MADRID, 17 Ago. (EUROPA PRESS) -
Un total de 109 niños están entre las casi 400 personas que han muerto a causa del desprendimiento de terreno que se produjo el pasado lunes en la localidad de Regent, cercana a Freetown, por las intensas lluvias que han caído sobre Sierra Leona en los últimos días, según ha informado este jueves el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF).
La última cifra de víctimas mortales confirmada por las autoridades de Sierra Leona es de casi 400 muertos, aunque han advertido de que el balance podría aumentar drásticamente porque todavía hay 600 personas desaparecidas que se teme que estén sepultadas por el barro, entre ellas varios niños, alerta UNICEF.
"La magnitud del daño no tiene precedentes", ha subrayado Hamid El-Bashir Ibrahim, representante de UNICEF en Sierra Leona. "Los niños se han quedado sin hogar, aterrados y vulnerables. Debemos hacer todo lo que podamos para protegerlos de las enfermedades y la explotación", ha instado.
UNICEF está presente en la zona para dar una "respuesta urgente" a las necesidades de los niños y las familias afectadas. La agencia de la ONU se encarga de proporcionar agua potable, saneamiento y suministros como medicinas, lonas y guantes. También está ofreciendo apoyo psicosocial a "las personas traumatizadas por esta catástrofe".
La organización internacional ha llamado la atención sobre el gran número de fuentes de agua contaminadas y redes de suministro dañadas, que podrían dar lugar a "brotes de enfermedades transmitidas por el agua". Para evitarlo, "se están habilitando tanques de almacenamiento de agua".
La magnitud del desastre natural, que ha dejado a más de 3.000 personas sin casa, ha superado la capacidad del Gobierno de Sierra Leona, que ha pedido auxilio a la comunidad internacional. "Comunidades enteras han sido arrasadas. Necesitamos ayuda urgente ahora", ha dicho el presidente, Ernest Bai Koroma, desde Regent.