Disturbios en Cachemira
DANISH ISMAIL / REUTERS
Actualizado: martes, 20 septiembre 2016 19:36

SRINAGAR 20 Sep. (Reuters/EP) -

Al menos ocho milicianos han sido abatidos por el Ejército indio al intentar cruzar la frontera con Pakistán en la conflictiva región de Cachemira, y un soldado indio ha muerto en un nuevo enfrenamiento entre las fuerzas de seguridad y milicianos en Nowgam, tan sólo dos días después de que tuviera lugar un mortal ataque contra un cuartel indio.

La escalada de la violencia en la región se ha producido después de que India acusara a Pakistán por el ataque contra una base militar en la ciudad de Uri, cerca de la frontera paquistaní.

El ataque, en el que cuatro milicianos irrumpieron en la base a las 5.30 horas del domingo, ha dejado tras de sí 18 muertos y ha intensificado aún más la tensión ya existente entre los dos países.

El asalto ha sido el más grave contra el Ejército indio en Cachemira en los últimos 26 años. En la base hay unos 12.000 militares y su principal función es vigilar la Línea de Control que funciona como frontera entre las partes de Cachemira bajo control indio y paquistaní.

Las autoridades de Pakistán han negado cualquier tipo de implicación en el asalto, uno de los más mortíferos de Cachemira, una región que India y Pakistán llevan disputándose durante décadas.

De acuerdo con fuentes del Ejército indio, las fuerzas de seguridad indias avistaron a un "grupo de intrusos" tratando de entrar en territorio indio desde Pakistán cerca de Uri durante la madrugada del martes. Tras unos instantes de tensión, abrieron fuego contra los sospechosos lo que ha provocado la muerte de al menos ocho de ellos.

De forma prácticamente simultánea, las fuerzas de seguridad indias se han enfrentado a un grupo de milicianos en el área de Nowgam, localizada muy cerca de la Línea de Control. Un soldado indio ha perdido la vida en los combates.

"Esta mañana hemos visto que la valla de la Línea de Control estaba cortada. Hemos lanzado una operación para encontrar a los responsables y hemos arrestado a cinco milicianos", ha declarado un portavoz del Ejército indio, Manish Kumar.

India acusa a Pakistán de introducir de forma ilegal a milicianos violentos a través de la frontera 'de facto', pero ha aclarado que el número de intentos de infiltración se ha reducido mucho en la última década. De acuerdo con los registros del Ejército indio, han frustrado 17 intentos de entrada y han matado a 31 milicianos paquistaníes.

Cachemira, un territorio dividido entre India y Pakistán desde 1947, está en el corazón de las siete décadas de desconfianza mutua entre los dos países. Dos de sus tres guerras han venido motivadas por este territorio del Himalaya.

Este ataque llega en un momento de mucha tensión en la región de Cachemira, que tiene una mayoría de población musulmana y en la que desde hace ocho meses se suceden las manifestaciones tras la muerte de un comandante separatista el 8 de julio.

Al menos 80 civiles han muerto y varios miles han resultado heridos en enfrentamientos callejeros con las fuerzas de seguridad indias, que han sido criticadas por los grupos de defensa de los Derechos Humanos por la violencia con la que actúan contra los manifestantes.

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