MADRID 25 Mar. (EUROPA PRESS) -
Al menos once personas han muerto este domingo como resultado de la explosión de una mina y el posterior ataque con armas de fuego por parte miembros del grupo terrorista Estado Islámico en el desierto de la provincia siria de Raqqa (norte) contra un grupo de recolectores de trufa.
El ataque se ha saldado con el secuestro de tres personas, sin que hasta el momento se tenga más información sobre ellas, según ha informado el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos.
El organismo, con sede en Londres pero con informantes en el país árabe, ha asegurado que entre los muertos hay dos civiles y nueve miembros de la milicia progubernamental Fuerzas de Defensa Nacional.
La recogida de la trufa es una importante fuente de financiación para los civiles más castigados por la crisis tras más de una década de guerra debido a su alto precio de venta en el mercado, por lo que muchos ciudadanos suelen adentrarse en el desierto a pesar de la presencia de miembros del grupo yihadista, que ha perpetrado diversos ataques contra estos trabajadores durante los últimos años, especialmente durante el último mes, cuando han dejado decenas de muertos.