MADRID, 3 Nov. (EUROPA PRESS) -
Al menos un policía y un presunto miliciano del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) han muerto este viernes durante una operación en la localidad turca de Diyarbakir, capital de la provincia homónima (sureste).
El gobierno provincial ha indicado en un comunicado que en la operación han resultado heridos nueve agentes, agregando que los enfrentamientos estallaron durante una redada en un edificio, según ha informado el diario local 'Hurriyet'.
Así, ha afirmado que el supuesto miembro del PKK ha lanzado una granada tras la entrada de los agentes en el inmueble, sin que esté claro si el atacante murió tiroteado o a causa de la explosión.
El incidente ha tenido lugar un día después de la muerte de ocho miembros de las fuerzas de seguridad y 26 milicianos del PKK en enfrentamientos en la provincia de Hakkari (sureste).
Además, el Ministerio del Interior anunció además la muerte de otros 20 presuntos milicianos del PKK en operaciones en las provincias de Tunceli y Sirnak (sureste), sin informar sobre bajas entre las fuerzas de seguridad en estos casos.
El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, condenó el jueves lo sucedido, prometiendo que Ankara "se vengará". "Continuaremos nuestra lucha hasta que eliminemos a todos esos terroristas", dijo.
En esta línea se expresó también el primer ministro, Binali Yildirim, quien recalcó que "no importa lo que intenten hacer ni cuál sea el enemigo de Turquía, la nación y los que intentan amenazar su libertad (...) verán la respuesta que llegará".
El Gobierno de Turquía considera al PKK como una organización terrorista. El Ejército turco ha intensificado sus operaciones contra la guerrilla kurda tanto en el país como en el norte de Irak desde que quedó roto el alto el fuego entre ambas partes en julio de 2015.
A partir de entonces se han reanudado los enfrentamientos, combates y ataques, en una región ya marcada por la violencia de la guerra de Siria y las acciones de Estado Islámico en este país y en Irak. Más de 40.000 personas, en su mayoría kurdos, han muerto desde que el PKK se alzó en armas contra las fuerzas gubernamentales turcas en 1984.