MADRID, 29 Nov. (EUROPA PRESS) -
Al menos siete presuntos miembros de Estado Islámico murieron el lunes en un bombardeo ejecutado por un 'drone' en la provincia afgana de Nangarhar (este), en medio del aumento de las operaciones contra el grupo en la zona.
El portavoz del gobierno provincial, Ataulá Jogyani, ha indicado este martes que el ataque fue llevado a cabo en el distrito de Haska Mina, según ha informado la cadena de televisión local Tolo TV.
El bombardeo tuvo lugar apenas un día después de la muerte de otros dos supuestos yihadistas en un ataque de las fuerzas estadounidenses en este mismo distrito.
El sábado, al menos catorce supuestos yihadistas han muerto en un ataque ejecutado el sábado en el distrito de Achin --también en la provincia de Nangarhar--, uno de los principales bastiones de Estado Islámico en el país.
El gobierno provincial indicó que el objetivo del ataque fueron dos altos cargos del grupo identificados como Asadulá Orakzai y Shakirulá Kunari.
El grupo yihadista cuenta con una importante presencia en Nangarhar, donde el Ejército y las fuerzas estadounidenses han aumentado sus operaciones para intentar evitar su expansión en la zona.
Por otra parte, al menos dos miembros de Estado Islámico han muerto este martes en un enfrentamiento con los talibán en la localidad de Jogyani, situada en esta misma provincia, tal y como ha recogido la agencia afgana de noticias Jaama Press.
Los combates han tenido lugar un día después de que miembros de los talibán ejecutaran a uno de sus comandantes en la provincia por presuntos lazos con el grupo yihadista. La ejecución del comandante, el maulavi Shukur, tuvo lugar en el distrito de Shirzad.
Estado Islámico y los talibán han protagonizado numerosos enfrentamientos en distintos puntos de Afganistán en el marco de los intentos de los yihadistas de expandir su presencia en el país centroasiático, ante la oposición de los insurgentes.