MADRID, 10 (EUROPA PRESS)
Al menos ocho civiles han muerto y varios más han resultado heridos este lunes a causa de la explosión de un coche bomba en la ciudad siria de Afrin, ubicada en la provincia de Alepo (norte) y controlada por las fuerzas turcas y grupos rebeldes respaldados por Ankara.
El explosivo estaba colocado en un coche que fue detonado en la calle Rayo, en el centro de la ciudad, según informa el diario turco 'Daily Sabah' citando fuentes locales. Esta información apunta a las Unidades de Protección Popular (YPG) como responsables de la acción.
El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, con sede en Londres e informantes en el país árabe, ha informado por su parte de tres víctimas mortales, aunque advierte de que "el número de fallecidos podría aumentar porque hay heridos graves".
Por su parte, la agencia estatal siria de noticias, SANA, ha confirmado tres fallecidos y ha agregado que entre los heridos hay varios en estado crítico. Además destaca que la deflagración ha causado daños materiales e incendios en viviendas.
El cantón de Afrin fue arrebatado por Turquía y sus aliados sirios a las Unidades de Protección Popular kurdas (YPG) en marzo de 2018 como consecuencia de la 'Operación Rama de Olivo', una ofensiva lanzada por Turquía junto con efectivos del Ejército Libre Sirio (ELS).
Asimismo, Turquía lanzó el pasado 9 de octubre una ofensiva en territorio sirio para expulsar a las YPG de varias zonas del norte del país árabe ubicadas en la frontera común con el argumento de que forma parte de su lucha contra el terrorismo.
Las YPG son la columna vertebral de las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), las fuerzas armadas de la autoproclamada República de Siria del Norte, que controla el noreste de Siria con el apoyo de Estados Unidos. Sin embargo, Turquía considera a las YPG una filial del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) y por tanto una organización terrorista.