MADRID, 1 Jun. (EUROPA PRESS) -
El Ejército de Filipinas ha elevado a once el balance de soldados que han muerto a causa de los ataques aéreos llevados a cabo por las propias fuerzas del país contra el grupo Maute en la ciudad filipina de Marawi, en la isla de Mindanao.
En declaraciones ante la prensa, el secretario de Defensa de Filipinas, Delfín Lorenzana, ha anunciado la muerte de al menos diez soldados.
No obstante, posteriormente el portavoz del Ejército, el general Restituto Padilla, ha elevado a once este balance, según ha recogido la cadena GMA.
Lorenzana señaló inicialmente que además de los muertos, otros ocho miembros del Ejército han resultado heridos, según ha informado la cadena ABS-CBN.
"Un grupo de nuestro propio Ejército ha muerto por nuestros propios ataques: diez muertos y ocho heridos", ha señalado el ministro, si bien luego rebajó la cifra de heridos a siete. "Es triste, pero a veces ocurre", ha lamentado, antes de señalar que se ha abierto una investigación para esclarecer lo que ha ocurrido.
El ministro de Defensa también ha anunciado el jueves que las fuerzas filipinas han matado a ocho combatientes, a los que ha calificado como "presuntos integrantes de Estado Islámico".
Loreznana ha señalado que el secretario de la Autoridad de Desarrollo de Mindanao, Datu Abul Jair Dangcal alonto, le ha informado de estas bajas entre los insurgentes, todos extranjeros --dos de Arabia Saudí, dos de Malasia, dos de Indonesia, uno de Yemen y otro de la república rusa de Chechenia--.
LEY MARCIAL
El presidente, Rodrigo Duterte, impuso la ley marcial por un período de 60 días en Mindanao después de que un enfrentamiento entre el grupo Maute, integrado por antiguos miembros de la guerrilla del Frente Moro de Liberación Nacional (FMLN) y combatientes extranjeros, se saldara con cerca de una decena de soldados muertos en la ciudad de Marawi.
Desde entonces, la población de la ciudad ha estado huyento de los enfrentamientos del Ejército y el grupo, que aparentemente trata de ocultar al líder del grupo insurgente Abú Sayyaf, Isnilon Hapilon, nombrado por el propio Estado Islámico 'emir' del grupo en el país del sudeste asiático.
El portavoz de la primera división de infantería del Ejército, Jo-Ar Herrera, aseguró el jueves pasado que, según los datos de Inteligencia recibidos, Hapilon todavía sigue en la ciudad.
El presidente dijo el pasado mes de abril que Hapilon podría haber muerto en un bombardeo realizado el pasado mes de enero, cuando las Fuerzas Armadas anunciaron que 15 terroristas que acompañaban a Hapilon habían muerto en un bombardeo aéreo. Lorenzana confirmó entonces que el líder insurgente había resultado herido de gravedad.
Hapilon se encuentra además en la lista de más buscados del FBI por su papel en el secuestro de 17 filipinos y tres estadounidenses. Sobre él pesa una recompensa de cinco millones de dólares.