MADRID 24 Ene. (EUROPA PRESS) -
Al menos tres soldados malienses murieron y un cuarto resultó herido de gravedad el domingo tras explotar una mina antipersona al paso de su vehículo en la región de Tombuctú, en el norte del país.
El Ejército ha detallado que el suceso tuvo lugar cerca de la localidad de Gossi, agregando que el vehículo era parte de una escolta a militares que se desplazaban hacia la región de Gao, también en el norte de Malí.
Por el momento ningún grupo ha reclamado la autoría del ataque, si bien Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI) ha publicado un comunicado advirtiendo de que atacará a las poblaciones que participen en las actividades del Mecanismo Operacional de Coordinación (MOC), según ha informado el portal local de noticias Malijet.
El suceso ha tenido lugar menos de una semana después de la muerte de al menos 77 personas en un atentado suicida con coche bomba contra una base militar ubicada en la localidad de Gao.
El atentado fue ejecutado en una base que alberga a soldados gubernamentales y a miembros de grupos armados rebeldes --Plataforma y Coalición de Movimientos del Azawad (CMA)-- que acordaron llevar a cabo patrullas conjuntas en el marco del acuerdo de paz firmado en 2015.
Estas patrullas, integradas en el MOC y a las que está previsto que se unan también militares malienses, están pensadas como germen de una reconfiguración del Ejército en el que estén integrados dichos antiguos miembros de grupos rebeldes.
La autoría del atentado ha sido reclamada por el grupo Al Murabitún, vinculado a Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI), según ha informado la agencia de noticias mauritana Al Ajbar.
AQMI, por su parte, ha confirmado que el ataque terrorista ha sido ejecutado por un combatiente de Al Murabitún, al que ha identificado como Abdul Hadi al Fulani, y ha explicado que es una represalia por la cooperación maliense con las fuerzas francesas, de acuerdo con SITE.
Francia desplegó tropas en Malí, a petición del Gobierno maliense, para combatir a las milicias islamistas que se apoderaron de la región septentrional tras las revueltas tuareg de 2012. Naciones Unidas también está presente en la zona.
Al Murabitún, dirigido por el yihadista argelino Mojtar Belmojtar, ha llevado a cabo en los últimos años varios atentados de gran magnitud contra objetivos civiles y militares en el norte de Malí y en otros países africanos.
Tras el atentado, el presidente de Malí, Ibrahim Boubacar Keita, hizo un llamamiento a aplicar en su totalidad el acuerdo de paz, pidiendo que el ataque no impacte negativamente en este proceso.
"El acuerdo de paz no tiene ninguna alternativa creíble y positiva para la población", dijo, al tiempo que solicitó "que se muestre aún más voluntad, valor y convicción para aplicarlo".
Sin embargo, Plataforma acusó el sábado al CMA de matar a catorce de sus miembros en un ataque contra un puesto de control integrado por dos vehículos en la localidad de Tin Essako, en la región de Kidal (norte).
La CMA ha rechazado las acusaciones, que ha tildado de "infundadas", asegurando que la coalición "no tiene absolutamente nada que ver con lo ocurrido".
Asimismo, ha solicitado a la Misión Multidimensional Integrada de Estabilización de Naciones Unidas en Malí (MINUSMA) que ponga en marcha el mecanismo de verificación para investigar lo ocurrido.