La directora ejecutiva del PMA tilda el suceso de "inconcebible" y pide una investigación "exhaustiva" sobre el ataque
MADRID, 20 (EUROPA PRESS)
Al menos tres trabajadores del Programa Mundial de Alimentos (PMA) han muerto a causa de un bombardeo ejecutado durante la jornada del jueves en Sudán, sin más detalles sobre el lugar o la parte responsable del ataque, en medio de la guerra que estalló en abril de 2023 entre el Ejército y las paramilitares Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF).
"El PMA está indignado por el asesinato de tres de sus trabajadores en un bombardeo aéreo en Sudán el jueves 19 de diciembre de 2024", ha dicho el organismo a través de un breve comunicado publicado en su cuenta en la red social X. "Una oficina de campo del PMA fue alcanzada durante el ataque", ha manifestado, al tiempo que ha asegurado que el organismo "está recopilando más información" sobre el ataque.
Posteriormente, la directora ejecutiva del organismo, Cindy Mccain, se ha mostrado "impactada" y "afligida" por "la trágica muerte de tres miembros del PMA en Sudán tras un bombardeo aéreo contra la oficina de campo en Yabus, en el estado de Nilo Azul", en el sureste del país.
"Entre los colegas que hemos perdido están el jefe de la oficina de campo, un asociado del programa y un guardia de seguridad que estaban llevando a cabo labores vitales en la línea de frente de una de las mayores crisis de hambre", ha señalado McCain, quien ha afirmado que los familiares de las víctimas están informados y les ha trasladado su solidaridad.
En este sentido, ha aseverado que "cualquier pérdida de vidas en el servicio humanitario es inconcebible". "Los trabajadores humanitarios no son un objetivo y nunca deben serlo. Pese a ello, una cifra récord han perdido sus vidas en 2024", ha dicho, al tiempo que ha asegurado que el resto de miembros del equipo en Sudán "están a salvo".
"Su seguridad es una prioridad absoluta para el PMA. El PMA sigue comprometido con la entrega de ayuda humanitaria en Sudán, incluido el estado de Nilo Azul", ha subrayado, al tiempo que ha insistido en que el organismo seguirá en el país para entregar ayuda en todo el territorio de Sudán.
"Eso es lo que nuestros colegas caídos hubieran querido", ha puntualizado McCain, quien ha añadido que el PMA está intentando recopilar información sobre el ataque y ha pedido una "investigación exhaustiva" que derive en una rendición de cuentas por parte de los responsables.
"La innecesaria muerte de nuestros compañeros son otro recordatorio de los riesgos a los que hacen frente los trabajadores humanitarios en contextos de conflicto y en ambientes complejos de operaciones como Sudán. Seguimos pidiendo a los líderes mundiales que aboguen por la protección de nuestros dedicados hombres y mujeres mientras arriesgan sus vidas para dar asistencia vital a otros", ha apostillado.
EL AÑO MÁS MORTÍFERO PARA LOS TRABAJADORES HUMANITARIOS EN SUDÁN
Por su parte, el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, ha condenado los hechos y ha trasladado su pésame a las familias de las víctimas y al personal del PMA, según ha detallado su portavoz, Stéphane Dujarric, en un escrito en el que exige una "investigación exhaustiva" de los hechos.
"El incidente de ayer pone de relieve el devastador coste que el brutal conflicto de Sudán está teniendo para millones de personas necesitadas y para el personal humanitario que trata de hacerles llegar una ayuda que puede salvarles la vida", ha añadido Dujarric, que insiste en que 2024 es el año "más mortífero" de la historia para el personal humanitario.
"2024 es el año más mortífero registrado para los trabajadores humanitarios en Sudán. Sin embargo, a pesar de las importantes amenazas que pesan sobre su seguridad personal, siguen haciendo todo lo que pueden para proporcionar una ayuda vital allí donde se necesita", ha destacado el portavoz de Guterres.
En este contexto, el máximo representante de Naciones Unidas ha insistido una vez más en su llamamiento a las partes en conflicto para que "cumplan sus obligaciones de proteger a los civiles, incluido el personal de ayuda", y en ningún caso dirijan sus ataques contra instalaciones humanitarias ni civiles.
Por su parte, el jefe de Asuntos Humanitarios de la ONU, Tom Fletcher, ha reconocido sentirse "furioso" por los últimos acontecimientos y ha exigido "rendición de cuentas y protección". "El peor año registrado para los trabajadores humanitarios acaba de empeorar aún más", ha remachado en sus redes sociales.
La guerra entre el Ejército y las RSF estalló en abril de 2023 a causa de las fuertes discrepancias en torno al proceso de integración del grupo paramilitar --ahora declarado como rebelde-- en el seno de las Fuerzas Armadas, situación que provocó el descarrilamiento de la transición abierta tras el derrocamiento en 2019 del régimen de Omar Hasán al Bashir.