YAKARTA (INDONESIA), 16 (Reuters/EP)
El número de supuestos traficantes de drogas que han muerto a manos de la Policía de Indonesia se ha triplicado en 2017 respecto al año anterior, según han informado varios activistas este miércoles, que han alertado de la posibilidad de que el país se dirija hacia una guerra sangrienta por el narcotráfico.
Al menos 60 sospechosos de traficar con drogas han muerto en 2017, un número muy alto en comparación con los 18 que murieron en 2016, ha señalado la organización Amnistía Internacional.
"Las autoridades indonesias tienen la obligación de actuar frente al incremento del consumo de drogas en el país, pero disparar a la gente nunca es una solución", ha manifestado Usman Hamid, director de Amnistía Internacional en Indonesia.
La ONG ha añadido que todas estas muertes han sido provocadas por agentes de Policía, que actuaban presuntamente en defensa propia o porque los sospechosos se resistieron al arresto, pero no se han llevado a cabo investigaciones independientes que lo contrasten.
Un portavoz de la Agencia Nacional de Drogas, Sulistiandriatmoko, ha indicado que los policías tienen que poner en primer lugar su propia seguridad y la de los demás si los traficantes ponen resistencia.
"Si se usan armas de fuego es porque se tiene en consideración la seguridad personal de los policías y el resto de personas presentes", ha asegurado Sulistiandriatmoko. El portavoz se ha negado a hacer declaraciones sobre el alto número de muertos registrados en 2017.
Las autoridades estiman que 6,4 millones de personas consumen drogas en Indonesia, que tiene una población de 250 millones de personas, y que la venta de metanfetamina ha aumentado significativamente en los últimos años.
El presidente indonesio, Joko Widodo, ha pedido que se apliquen medidas duras. "Nos declaramos firmemente en guerra contra los traficantes de drogas, que están arruinando el futuro de nuestras nuevas generaciones", ha dicho en un discurso que ha dado este miércoles por el 72º aniversario de la independencia indonesia.
El presidente ha añadido que es legítimo que los agentes de Policía disparen a los traficantes de droga si estos se resisten a ser detenidos.
El jefe de la Policía antidrogas, Budi Waseso, afirmó en julio a Reuters que Indonesia no va a tener una guerra sangrienta por las drogas como la que se vive bajo el mandato del presidente Rodrigo Duterte en Filipinas, aunque esté de acuerdo con sus objetivos.
Más de 9.000 personas han muerto en Filipinas por una guerra relacionada con las drogas desde que Duterte tomó posesión de su cargo en 2016. El presidente se niega a modificar su respuesta al narcotráfico a pesar de la inmensa crítica internacional.